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Una procesión a su paso por la calle Real por la que pasean decenas de personas. :: C. C.
SAN FERNANDO

Más que una calle en obras

Real aspira a ser reconocida por algo diferente a los trabajos del tranvía. La hostelería se ha convertido en el principal negocio de una vía en la que existen mercadillos, puestos improvisados y kilómetros sin coches

CARLOS CHERBUY
SAN FERNANDOActualizado:

¿Qué será la calle Real? Tras cuatro años de obras, aún no está claro. Si no pasa el tranvía, ¿dejarán de ser peatonal algunos tramos? Qué administración tendrá las competencias sobre la vía, qué se podrá hacer y qué no. Y si pasa el tranvía surgen cuestiones como qué ocurrirá con la Semana Santa o con las actividades que se desarrollan en el centro de la vía, las cámaras, las emergencias.

Pero, más allá de todos los interrogantes, está el día a día. Lo que los ciudadanos quieren que sea la calle, en lo que la transforman. Actualmente Real se ha convertido en un punto de encuentro para los isleños, en otra opción de ocio que compite con Bahía Sur. Aunque le queda aún mucho por recorrer (sobre todo para despertar el interés que consigue el centro comercial fuera de San Fernando), lo cierto es que se ha definido ya como un eje sostenido por la hostelería con una amplia oferta en la que poder sentarse a comer, tomar una copa, pasear con un helado en la mano, con suficiente espacio para que los niños corran sin preocuparse del tráfico, ni de tranvías ni de coches.

Pero también se ha convertido en una calle en la que buscarse la vida y vender de todo. A mayor afluencia de personas, mayores posibilidades de negocio y más en estos tiempos de crisis. Venden libros, juguetes, discos, caracoles, se pide, se canta. A lo que hay que sumar ferias (ahora de Magia y Esoterismo en la Alameda), desfiles, procesiones.

A pesar de las vallas, Real es más que una calle en obras. Una arteria cuya sangre ha dejado de ser los vehículos para llenarse de personas. Los isleños la están cambiando y ahora hay que saber venderla y llenarla de actividades que atraigan a más personas. La oportunidad está ahí, a la espera de que las administraciones decidan.