LA LLAMADA DEL AHORRO
Actualizado:Planificas una temporada, confecciones una plantilla, te impones unos objetivos, compites, sufres, ganas, pierdes, estás a un paso de lograr tus propósitos y sientes la presión, los nervios y el miedo lógico al fracaso. ¿Qué hacer? ¿Cómo afrontar la situación? Hay quienes optan por pensar en positivo, otros no modifican ni un ápice las pautas de comportamiento que le han conducido al éxito y los más 'avispados' recurren a la llamada del ahorro.
La llamada del ahorro es aquella llamada anónima que se viene produciendo en las últimas temporadas en el fútbol español en la que una persona en nombre de un equipo ofrece dinero o suculentos contratos a ciertos jugadores de otros equipos para que influyan en el resultado de un partido en el sentido que el comunicador esté interesado. Del interlocutor nunca se llega a saber nada, ya que su mensaje se autodestruye en pocos segundos, al más puro estilo del inspector Gadget, pero el partido de turno o la pertinente eliminatoria de ascenso quedan marcados con una 'x' en el capítulo de 'sospechosos habituales'.
Prender la llama es fácil. Avivar el fuego, también. Apagar el incendio cuando todo se propaga más de lo necesario, algo más complicado. Cuando Quique Setién habló de esas presuntas llamadas del ahorro a sus jugadores se apresuró a aclarar que «quizás no sea una práctica ética, pero es lo habitual en estas épocas. En ningún momento he acusado al Cádiz». Lo que ocurre es que, junto a las lecciones de ética hay que incluir también las de estética, ya que ahora todo está condicionado, aunque no haya habido llamada del ahorro. Condiciona tanto o más que gol en fuera de juego que marcó el Lugo. Eso sí, visto lo visto en el Anxo Carro lo mismo hace falta alguna que otra llamada, no del ahorro, sino de atención. Para poder ahorrarse algo. Por lo menos más disgustos.