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La UE respira aliviada y prepara una relajación de los ajustes en Grecia

Elecciones griegas El Eurogrupo urge a formar Gobierno y recuerda que los sacrificios «garantizan» la vuelta a la prosperidad

IÑAKI CASTRO CORRESPONSAL
BRUSELAS.Actualizado:

La UE ve su futuro un poco más despejado. Tras semanas de incertidumbre y convulsiones en los mercados, Grecia apostó ayer en las urnas por seguir en el euro. La decisión obliga al país a no aflojar con los duros ajustes exigidos, pero los miembros de la moneda única ya se preparan para recompensar la fidelidad helena. Los socios meditan ampliar los plazos para amortiguar los recortes y una reducción de los intereses aplicados al segundo rescate de 130.000 millones. Pese a las buenas noticias llegadas desde Atenas, Europa contiene la respiración ante la reacción de hoy en los parqués. Los principales bancos centrales del mundo están en alerta para evitar que cualquier factor desencadene el pánico entre los inversores.

Bruselas había planteado las elecciones griegas como un referéndum sobre su continuidad en la divisa común. Antes de que arrancara la campaña, el presidente de la Comisión, José Manuel Durao Barroso, pidió a los ciudadanos que votaran «bien informados» de las opciones que se les presentaban sobre la mesa. El Ejecutivo comunitario siempre ha defendido que los socios han demostrado desde que estalló la crisis su «solidaridad» con Atenas. En contra de la opinión de muchos electores helenos, la UE considera que los ajustes pactados son imprescindibles para enderezar las cuentas públicas y sentar las bases del crecimiento.

En las últimas semanas, sin embargo, el discurso de Bruselas ha ido virando progresivamente. La llegada de François Hollande al Elíseo abrió una nueva etapa en la UE con el crecimiento como piedra angular. El líder francés, además, empezó a introducir términos nuevos en la complicada relación con Grecia. Siempre ha remarcado que Atenas debía cumplir con sus compromisos, pero también que los Veintisiete tenían que ofrecer «esperanza» a su socio más machacado por la crisis. El país heleno afronta actualmente su quinto año consecutivo en recesión. En 2011, su PIB se desplomó un escalofriante 6,9% y el paro ya supera el 20%.

Más flexibilidad

Hollande materializó el cambio de mentalidad en la UE, pero el proceso estaba en marcha desde hace varios meses. Pese a la insistencia de Alemania en mantener la austeridad como bandera, los socios se habían dado cuenta de que debían flexibilizar los ajustes para que las economías más vulnerables no se ahogaran. En este contexto, España consiguió una primera suavización del déficit y Grecia fijó la fecha para las elecciones. Los comicios de mayo, que arrojaron un mapa político con alianzas imposibles, resucitaron el fantasma de la fractura de la zona euro. El famoso 'Grexit' se puso de moda y anticipó una hipotética salida del país de la moneda única que abocaba a Europa a un escenario similar a la caída de Lehman Brothers.

Ayer, los griegos alejaron el miedo a una posible debacle en los mercados que amenazaba con engullir a España e Italia. Este temor, sin embargo, también ha servido para que la UE se mueva con celeridad en busca de un consenso rápido con el nuevo Gobierno heleno. Poco después de que cerraran las urnas, los ministros de Exteriores de Alemania y Bélgica admitían que los socios están dispuestos a negociar las condiciones del segundo rescate. Todavía no está claro lo que podrían ofrecer a Atenas, pero se habla de otorgarle un plazo más amplio para acometer los ajustes. Con un déficit del 9,1% en 2011 -apenas dos décimas más que España-, el país se encuentra inmerso en una carrera para reducir los funcionarios y privatizar decenas de empresas públicas.

Los socios también sopesan reducir los intereses y el plazo para la devolución de los préstamos. Entre los dos rescates, Grecia habrá recibido en 2015 un total de 240.000 millones. Según las condiciones pactadas en marzo, el país paga de media un 3,5% de intereses por un conjunto de créditos diseñados hasta a 30 años. El 'Financial Times' decía esta semana que, en algunos casos, los miembros de la zona euro ya pierden dinero con estas condiciones porque tienen que acudir a los mercados para obtener los fondos. Paralelamente, se estudia impulsar las inyecciones del Banco Europeo de Inversiones, que el año pasado superó su récord de proyectos en el país con un desembolso de 2.000 millones.