Rusia enviará su flota a Siria para proteger a sus ciudadanos
El Gobierno moscovita pretende así "garantizar la defensa de los intereses nacionales de Rusia en el país árabe"
CORRESPONSAL EN MOSCÚ Actualizado: GuardarSe confirman las informaciones difundidas por algunos medios informativos estadounidenses en cuanto al inminente envío a Siria por parte de Rusia de una fuerza compuesta por tres navíos y un contingente de infantería de marina.
Una fuente anónima del Estado Mayor de la Armada rusa ha asegurado en declaraciones a la agencia Interfax que los buques de desembarco Nikolái Fílchenkov y César Kunikov, además del remolcador SB-15, “se encuentran preparados” en la base de Sebastopol (Crimea) “para zarpar en cualquier momento con rumbo a Siria en una misión que no estaba planeada de antemano y que ha surgido de improviso”.
Según el portavoz militar, a bordo de la flotilla rusa viajarán varias unidades de infantería de marina con la orden de “proteger al personal destacado en la base naval avanzada del puerto sirio de Tartús” (Siria) y “evacuar, si fuera necesario, material y medios técnicos”.
Las autoridades rusas repiten con frecuencia que el trasiego de tropas y barcos a Siria tiene que ver con el funcionamiento de la base de Tartús, la única que le queda a Moscú fuera de lo que fue el territorio de la antigua URSS, y no con operaciones de apoyo al Ejército sirio contra lo que el régimen de Bashar Al Assad denomina “terroristas”.
A finales de marzo, la presencia de numerosos soldados rusos en Tartús, llegados a bordo del buque cisterna 'Imán', causó también preocupación entre la oposición siria y los países que intentan que el régimen detenga las matanzas. La explicación oficial que se dio entonces fue que el “Imán” había efectuado una escala rutinaria en Tartús en su singladura hacia el Golfe de Adén y que los soldados que llevaba a bordo protegían la embarcación ante un eventual ataque pirata.
Base soviética en Tartus
El 'número dos' de la Fuerza Aérea rusa, el general Vladímir Grádusov, manifestó el sábado que la Marina rusa podría contar en Siria con el “apoyo” de aviones de combate. “La lógica nos indica que tenemos que defender a nuestros ciudadanos. No les abandonaremos y, de ser preciso, procederemos a evacuarles de la zona de conflicto”, afirmó el general ruso.
La base de Tartús entró en servicio en 1971, alberga 600 militares y especialistas del Ministerio de Defensa ruso y comenzó a ser rehabilitada en 2010 con la intención de que puedan atracar portaaviones. El “César Kunikov puede transportar hasta 150 soldados y 10 tanques mientras que el Nikolái Fílchenkov tiene un capacidad para 55 efectivos y 1.500 toneladas de carga.
Rusia ha venido bloqueando sistemáticamente cualquier resolución de Naciones Unidas que, según sus dirigentes, pueda dejar la puerta abierta a una posible intervención militar en Siria. El régimen de Al Assad es uno de los principales clientes del Complejo Militar Industrial ruso y el aliado más preciado de Moscú en la zona.