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La vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría, ayer, en un acto del PP, en San Sebastián. :: EFE
Economia

El BCE prepara otro chorro de dinero para la banca por miedo al drama griego

Los principales bancos centrales del mundo analizan una acción coordinada para evitar el lunes un Lehman Brothers a la europea

IÑAKI CASTRO
BRUSELAS.Actualizado:

Enrocado en el 'no' durante meses, el BCE anunció ayer que tiene listo todo su arsenal para evitar el pánico en los mercados la próxima semana. El presidente de la entidad, Mario Draghi, anticipó un nuevo chorro de liquidez a la banca si el resultado de las elecciones de mañana en Grecia amenaza con provocar un cataclismo en los parqués. La inyección multimillonaria podría llevarse a cabo en coordinación con los principales bancos centrales del mundo ante el riesgo de que se desencadene un Lehman Brothers a la europea. En el plano político, los socios también intensifican los contactos.

Draghi, presionado por España desde hace meses, reconoció durante una conferencia en Fráncfort que la zona euro se enfrenta a un «riesgo grave». «Este peligro está relacionado principalmente con un aumento de la incertidumbre», remarcó en referencia al brutal contagio que se teme en los parqués. Hasta ahora había realizado una lectura de la situación similar, pero cargando el peso de la responsabilidad sobre los gobiernos. Ellos eran los que debían mover ficha para resolver la situación y no el BCE. Ayer, para sosiego del Ejecutivo de Mariano Rajoy, prometió que utilizará todos sus recursos para garantizar la estabilidad en los mercados. «Proporcionaremos liquidez a los bancos solventes donde sea necesario», confirmó.

El guardián de la moneda única eludió entrar en detalles sobre la posible intervención, pero se aguarda un nuevo manguerazo de dinero a las entidades. Estos fondos podrían llegar mediante otra ronda de créditos extralargos a tres años. El BCE realizó dos subastas de estas características a principios de este ejercicio y repartió un billón de euros al 1%. La potente inyección, utilizada en buena medida por las entidades para comprar deuda soberana, deparó una tregua en los mercados que benefició especialmente a España e Italia. Draghi también ofreció señales de que podría bajar los tipos de interés, otro gesto que ayudaría a estimular el crecimiento de la economía española.

Si mañana Grecia vota a favor de los partidos que rechazan el segundo rescate, el BCE no estará solo en su esfuerzo por intentar calmar a los inversores. Aunque no hay nada decidido, se especula con una actuación coordinada de los principales institutos emisores. Algunos ya han anunciado que no les temblará el pulso. Japón y Suiza velan armas para evitar que sus monedas se revaloricen todavía más, lo que daña mucho sus exportaciones, por miedo a la supervivencia del euro. El Banco de Inglaterra, muy preocupado por la ola de desconfianza, ofrecerá la próxima semana 120.000 millones en préstamos al 0,75%. Estos créditos especiales están diseñados para garantizar la liquidez de las empresas.

Los principales integrantes de la zona euro analizarán los resultados de las elecciones griegas durante la primera jornada de la cumbre del G-20 que se celebrará el lunes y el martes en México. Aunque no se descarta una cita por videoconferencia por la noche, los socios se preparan para dar explicaciones al resto de potencias mundiales. Ayer, el presidente de la UE, Herman Van Rompuy, organizó una cumbre telefónica para que todos los países europeos -Alemania, Francia, Italia, Reino Unido y España- acudan a la localidad mexicana de Los Cabos con una postura común. En el caso del Gobierno español, se aguardan detalles sobre la puesta en marcha del rescate a la banca.

Normalidad

La teleconferencia preparatoria se saldó con un mensaje concebido para intentar transmitir cierta normalidad. Según los distintos ejecutivos, la UE apostará en el G-20 por la necesidad de impulsar el crecimiento a escala mundial, una de las exigencias más repetidas por EE UU. El presidente de la Comisión, José Manuel Durao Barroso, acudirá a México decidido a ratificar la vigencia de la moneda única pase lo que pase en Grecia. «El euro y la Unión Europea son proyectos irreversibles», proclamará el líder comunitario.

Los esfuerzos de Van Rompuy por pactar una posición común llegaron en el momento más necesario. Pese al riesgo de que Grecia se deslice fuera de la moneda única, Francia y Alemania ahondaron ayer sus diferencias con una nueva escalada diálectica. Esta vez fue Angela Merkel la que levantó la voz después de que el primer ministro galo le recordara su apodo de 'Madame No'. La canciller reafirmó su rechazo a los eurobonos porque no atacan la raíz de la crisis: «el endeudamiento y las diferencias en la competitividad».