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Angela Merkel, durante una rueda de prensa ayer en Berlín. :: J. EISELE / AFP
Economia

Bruselas intenta quitar presión

La Comisión recuerda que las elecciones griegas tensionan los mercados y apuesta por trabajar a diario para restaurar la confianza Respalda a España por la «determinación» exhibida en todos los frentes

IÑAKI CASTRO CORRESPONSAL
BRUSELAS.Actualizado:

La Comisión Europea intentó rebajar ayer la presión sobre España con un respaldo explícito a la «determinación» exhibida por el Gobierno «en todos los frentes» de la crisis. El Ejecutivo comunitario insistió en que el huracán de los mercados está vinculado directamente con la situación en Grecia, que el domingo vive unos comicios cruciales para el futuro del euro. «Evidentemente, lo que pueda suceder en las elecciones helenas pesará y está pesando mucho en las actitudes de los inversores», remarcó el portavoz de Economía, Amadeu Altafaj. Convencido de que los «esfuerzos» de España van por buen camino, apostó por un trabajo diario «de hormiga» para recuperar la confianza de los parqués.

El portavoz comunitario rechazó referirse a la severa rebaja de la deuda española rubricada por Moody's. Siguiendo la costumbre de Bruselas de evitar pronunciarse sobre cada movimiento en los mercados, abogó por no extraer lecturas precipitadas. «Espero que no se conceda a una agencia de rating el privilegio de determinar si la ayuda del Eurogrupo a España es un éxito o un fracaso», subrayó en referencia al rescate de la banca acordado el pasado sábado. Altafaj también negó que los inversores puedan albergar alguna duda sobre los detalles del préstamo de hasta 100.000 millones. A su juicio, el montante resulta tan «contundente» que nadie debería especular con la capacidad del Ejecutivo de Mariano Rajoy para reestructurar las entidades.

Bruselas, que sigue al milímetro la evolución de los mercados, pidió que no se juzgue la marcha de un país por la cota de la prima de riesgo «en un día determinado». En otro gesto de confianza hacia el Gobierno, el portavoz económico resaltó que la inestabilidad actual «va mucho más allá de las fronteras de España». Según su análisis, Grecia distorsiona completamente la situación y multiplica la aversión al riesgo mostrada por los inversores desde que estalló la crisis. Esta tendencia dispara los intereses exigidos a los socios vulnerables, mientras que los más fuertes ven rebajados sus costes de financiación. La prensa alemana destacaba ayer que el Ejecutivo podría alcanzar el déficit cero en 2013 gracias a lo que se está ahorrando por colocar su deuda.

Mensaje común

El resultado de las elecciones del domingo en Grecia ha extendido el pánico por los mercados. Se teme que gane Syriza, una fuerza de izquierda radical que rechaza las condiciones del segundo rescate y que podría empujar al país fuera del euro. La situación ha alcanzado un cariz tan delicado que el Eurogrupo prepara una cumbre por videoconferencia para la misma noche electoral. La intención es difundir un mensaje común nada más finalizar el recuento en las urnas. Hasta ahora, los socios han exigido que se cumplan los ajustes, pero cada vez hay más indicios de que se podría abrir una negociación para suavizar el paquete de austeridad.

La Bolsa de Atenas ya parece intuir a quién piensan votar los ciudadanos. Apoyado en encuestas secretas de los partidos porque la ley impone un apagón demoscópico en la recta final de la campaña, el parqué heleno cerró la sesión de ayer con una subida del 10,12% ante la perspectiva de que venzan las fuerzas partidarias del salvavidas.

En Europa, los gobiernos trabajan más con la perspectiva de la decisiva cumbre de presidentes convocada a final de mes. En este encuentro, se confía en que la UE dé un verdadero salto en su integración y convenza a los mercados de que el euro no caerá jamás. De momento, no hay ningún gran acuerdo a la vista y Francia y Alemania siguen ensanchando su brecha. François Hollande evidenció ayer este distanciamiento con una reunión en Roma con su homólogo Mario Monti.

Hollande y Monti volvieron a insistir en la necesidad de impulsar el crecimiento. La gran novedad, sin embargo, fue que el presidente francés apostó por una fórmula diferente para llegar a los eurobonos. Consciente del 'no' rotundo de Angela Merkel a la unificación de los tesoros nacionales, sacó a relucir una propuesta del comité de sabios que asesora al Gobierno germano. Esta idea, respaldada por el Parlamento Europeo, implicaría concentrar en un fondo toda la deuda de los socios que supere el 60% del PIB. La refinanciación de estos títulos se lograría con avales comunes, lo que daría un importante respiro a los países y dejaría libres más partidas para poder estimular el crecimiento.