UN PASEO POR LAS NUBES
Actualizado:Rusia no cede y continúa la cacería de niños sirios. Decían los clásicos que los dioses han dado a los hombres penalidades para que puedan cantar. La ONU es el patético espantajo que sigue el orden providencial y se limita a cantar las hazañas de los malos. Ahora, los niños son expuestos al azar de las bombas como escudos humanos, cuando antes eran sencillamente degollados. Nunca el alto organismo ha caído tan bajo y su obsolescencia ha sido más evidente. Algo hemos progresado, pero a peor. Los escudos humanos eran civiles adultos con Gadafi, mientras que ahora nadie les pide el carné, por si acaso. Los optimistas patológicos siempre podrán decir que mejor es que se les utilice de parapeto a que les corten el cuello. O les seccionen el cráneo, intentando averiguar qué motiva semejante barbaridad. En mi pueblo dirían que la ONU ya no sirve para hacer puñetas. Pero soy menos pesimista, y creo que al menos es útil para tomar la temperatura a nuestra decepcionante condición humana.
Auscultemos el gallinero. EE UU acusa a Rusia de complicidad en las atrocidades del régimen. Alega que Moscú está enviando helicópteros para que El-Asad los utilice contra su propia gente, y que Putin miente como un bellaco. Asegura Hillary Clinton haber pedido a los rusos que detengan el flujo de armas a Siria y obtenido un «no os preocupeis, que lo que enviamos nada tiene que ver con la situación interna». Frente al adorable candor americano, observadores independientes confirman el empleo de helicópteros militares para atacar a los rebeldes. Celebramos el entierro de la diplomacia después de meses de trajinar al Kremlin y animarle a desalojar al régimen. La escalada llega el mismo día que la ONU sentencia: Damasco ha traspasado la línea roja de la guerra incivil. Obama abandona sus intentos de aproximación y el Departamento de Estado denuncia que helicópteros de combate han salido de Rusia rumbo a Siria con las peores intenciones.
Con el Kremlin detrás, el pronóstico sigue siendo de muerte. El-Asad «se siente seguro» porque ha visto desvanecerse la esperanza de una intervención. Rasmussen, secretario general de la OTAN, prefiere una solución política a entrar en guerra. Y el bravucón se viene arriba y dispara contra el pianista de la ONU. Concentra tropas al norte y alienta a Turquía a entrar en el cuerpo a cuerpo. ¿Y qué actitud adoptaría la OTAN si su socio preferente en Oriente Próximo es atacado? La niebla impide ver más allá. Pero no hace falta ser muy listo para sospechar que Irán se frota las manos e Israel ha encendido todas las velas de la menorah (candelabro judío de nueve brazos).
EE UU y la UE gastan palabras. Y a El-Asad y su patrocinador, Putin, les importa una higa el oprobio. De manera que seguirán cortando cuellos infantiles, interpretando su matanza de cada día, viendo en sus manos las de terroristas extranjeros, y explotarán la 'porca miseria' de destino de esta gente. Y lo que empezó como exabrupto de un sátrapa terminará en limpieza étnica. La minoría alauí se venga de la mayoría suní. En cuanto a Annan, se pregunta 'The Times', cuántos muertos necesita para que abandone su paseo por las nubes.