Inditex ignora la crisis
Las acciones del emporio textil lideran las alzas del Ibex-35 al dispararse un 11,57%, hasta 75,4 euros por título
MADRID. Actualizado: GuardarInditex no sabe lo que es la crisis. En pleno rescate de la economía española, el gigante textil fundado por el empresario gallego Amancio Ortega vuelve a dejar en evidencia a sus competidores con una provocadora escalada de los beneficios del 30% entre febrero y abril, período correspondiente al primer trimestre fiscal. Las ganancias del grupo dueño de Zara alcanzaron en esos meses la cifra récord de 432 millones de euros, con una facturación que aumentó un 15%, hasta 3.416 millones.
El presidente del emporio de Arteixo, Pablo Isla, dejó también en evidencia con la publicación de estos datos a los analistas, que pronosticaban alzas menores. En la Bolsa, las acciones de la compañía pronto cosecharon los frutos de esos buenos resultados. A mediodía los títulos de Inditex ya lideraban las ganancias en el Ibex-35, con un avance superior al 8%. Y al cierre de la sesión marcaron otro máximo histórico, al cotizar a 75,4 euros, con una subida del 11,57%, la mayor del selectivo español.
En su presentación a los analistas de las cuentas trimestrales, Pablo Isla atribuyó estos buenos resultados al incremento de las ventas y a la mejora de lo que denominó la «eficiencia operacional». Es decir, de la gestión de todos los procesos productivos y de comercialización para bajar costes. Para Isla, el éxito obtenido con estas cuentas demuestra la «solidez» del modelo de negocio de su empresa, así como su apuesta por el crecimiento «multiconcepto y multicanal».
Pese a los nubarrones que se ciernen sobre la economía española, Isla optó por apearse de la carrera por bajar precios en la que se han embarcado otros grandes grupos de distribución competidores. Mango ha rebajado un 20% su colección de primavera y verano y El Corte Inglés está inmerso en una gran campaña para abaratar sus productos de alimentación. Intidex, en cambio, quiere mantener «estables» sus precios en los mercados donde opera. Una estrategia comprensible para una compañía que está presente en 85 países, tras abrir en mayo tiendas en Ecuador, Bosnia y Georgia, que crece en países emergentes y cuyo negocio en España hace tiempo que dejó de ser la base de sus cuentas. De cara a lo que pueda ocurrir en el segundo trimestre del año, el presidente de Inditex avanzó una pista: las ventas realizadas entre el 1 de febrero y el 10 de junio ya reflejan una mejora del 14% interanual.
Confianza
Con el PIB en plena recesión -la segunda de esta crisis después de la de 2008 y 2009- y el sector financiero a la espera de los fondos provenientes del rescate europeo, Isla aprovechó su comparecencia para expresar la «plena confianza» de su compañía en el potencial de la economía española. Y pronosticó que en los «próximos trimestres» se podrán apreciar los efectos de las «importantes» reformas estructurales puestas en marcha por el Gobierno de Mariano Rajoy.
A su juicio, la capacidad de España para contener su déficit ha mejorado «notablemente» tras dotarse de mecanismos -como la ley de austeridad- y al haber asumido compromisos «claros» de ajuste, que afectan sobre todo a las cuentas de las comunidades autónomas.
No todo fue sacar pecho en la presentación de resultados de Inditex. Isla eludió detallar la evolución de sus ventas por Internet. Solo precisó que la compañía está muy satisfecha de su actividad online, porque supone un nuevo canal de venta y una plataforma que permite mejorar la comunicación con sus clientes. En septiembre el grupo espera abrir su portal de ventas en China. En la actualidad, cuenta con tiendas virtuales en 16 países de Europa, Estados Unidos y Japón.
Representantes de sindicatos mineros reivindicaron ayer desde la tribuna del Congreso de los Diputados el apoyo al sector del carbón mostrando camisetas en las que se podía leer 'No al cierre de la minería del carbón', tras dos preguntas del Grupo Socialista al ministro de Industria, José Manuel Soria. Los sindicalistas mostraron sus camisetas desde la tribuna de invitados entre aplausos de los diputados. El presidente del Congreso, Jesús Posada ordenó despejar la tribuna y que no se permitiera «la exhibición de ninguna camiseta». Los mineros señalaron a la salida que existe «un conflicto vivo» en la minería provocado el Gobierno 'popular'.