Almunia sugiere la liquidación de un banco rescatado y el Gobierno lo desmiente
Rajoy pidió una actuación urgente del BCE tres días antes del rescate acordado por el Eurogrupo el pasado sábado
MADRID.Actualizado:Uno de los tres bancos rescatados con dinero público, Catalunya Caixa, Novagalicia o Banco de Valencia, «está orientado a una liquidación y no a su mantenimiento después de la reestructuración», sugirió el vicepresidente de la Comisión Europea, Joaquín Almunia, en entrevista difundida por la agencia Reuters. El responsable de Competencia, encargado de examinar las ayudas estatales para comprobar si se atienen a las normas comunitarias, no identificó a la institución, y atribuyó esta idea a «las intenciones de las autoridades españolas». En la actualidad, España está a la espera de que Bruselas se pronuncie sobre los planes presentados por estas entidades. «El Gobierno español no tiene intención de liquidar ninguna entidad financiera y reitera que su objetivo es sanear, recapitalizar y privatizar las que se encuentran bajo tutela del Estado», aseguró, tajante, un portavoz del Ministerio de Economía.
De los tres bancos nacionalizados, Catalunya Caixa y Novagalicia mantienen gestión propia, pese a estar tutelados por el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), mientras el Banco de Valencia está totalmente intervenido. De ahí que se piense en esta última entidad, de pequeño tamaño, como candidata al cierre. Incluso el FROB acaba de denunciar ante la Audiencia Nacional a sus anteriores directivos. BFA-Bankia también está nacionalizada, tras la conversión en capital de los 4.500 millones de ayuda recibida, pero aún tiene pendiente de presentar el plan de recapitalización con fondos públicos para el que ha solicitado 19.000 millones de euros.
El polémico mensaje del comisario cobra especial interés porque el procedimiento a seguir con los bancos que reciben ayudas públicas se aplicará igualmente a quienes perciban fondos con origen en el préstamo europeo de 100.000 millones acordado por el Eurogrupo el pasado sábado para recapitalizar a las entidades españolas que lo necesiten. La Comisión Europea suele optar por el cierre «si los costes de liquidación son más bajos para los contribuyentes que el rescate y la reestructuración de una institución» dijo Almunia. «No tenemos por qué salvar a todos los bancos si no es estrictamente necesario», subrayó.
El propio comisario de Competencia ya desveló que los destinatarios de recursos europeos habrán de presentar previamente un plan de reestructuración, que los servicios de la Comisión evaluarán para conocer si la entidad resultante será viable. Tomarán en cuenta, además, que habrán de pagar por los fondos recibidos un interés de al menos el 8,5%, superior al de mercado.
El préstamo para el rescate bancario servirá para limpiar lo que el sector conoce como 'bancos zombis', que malviven sin expectativas de negocio. Pero ayer se conoció que la iniciativa del crédito europeo no figuraba entre las propuestas que el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, incluía en una carta, fechada el 6 de junio, es decir, tres días antes de la decisión del Eurogrupo. Está dirigida a los presidentes de la Comisión y del Consejo Europeo, y en su texto, el jefe del Ejecutivo demandaba, con carácter de urgencia, la intervención del Banco Central Europeo «ante la huída de la liquidez de la periferia al centro y para reducir la prima de riesgo».
Único capaz
En tanto llega la unión bancaria -asegura Rajoy en la misiva-, el BCE es «la única institución capacitada» para estabilizar a los mercados financieros. El presidente del Gobierno, que dio noticia de esta comunicación durante la sesión de control en el Congreso, anunció su propósito de entregar la carta en la cumbre de los líderes de las cuatro primeras economías de la zona euro el 22 de este mes en Roma.
Hacía bien el presidente del Gobierno español en pedir la actuación del Banco Central Europeo, porque la decisión del Eurogrupo que acordó la ayuda no ha pacificado el mercado de deuda. Ya van tres días consecutivos con la prima de riesgo en los niveles más elevados. Ayer, la presión ejercida sobre España llevó al bono a diez años al 6,75 %, nuevo máximo.
Ya fuera solicitado o impuesto, el rescate se produjo con urgencia y sin concretar las condiciones ni esperar a la evaluación de las necesidades de los beneficiarios. Eurostat dice que el préstamo afectará al déficit público si la actuación del Estado está «de facto» cubriendo pérdidas, pero añadió que habrá que analizar caso por caso. La Comisión Europea aseguró que todavía no se ha decidido, ni siquiera se ha discutido, el plazo de devolución del rescate, ni tampoco el periodo de carencia. Bruselas espera que España presente la solicitud formal del rescate bancario antes de la reunión del Eurogrupo del 21 de junio. Las evaluadoras publicarán sus análisis antes.