El PP vota en contra de sancionar los pitos al himno en los estadios
No pudo respaldar la propuesta de las Cortes valencianas porque pretendía reformar artículos ya derogados de la ley del Deporte
MADRID.Actualizado:El debate para el establecimiento de sanciones a los espectadores de competiciones deportivas que «ultrajasen» a España o sus símbolos con actos como las pitadas al himno nacional o al Rey vividas en la última final de Copa acabó ayer en un sainete parlamentario. La proposición de ley, impulsada por las Cortes de la Comunidad Valenciana, fue rechazada contra todo pronóstico con el voto unánime del Congreso, incluido el del PP.
Los populares, los únicos que no estaban en desacuerdo con la filosofía de fondo, se vieron obligados a votar contra sus correligionarios valencianos porque el proyecto era técnicamente inadmisible. La proposición de ley, impulsada por el Gobierno entonces presidido por Francisco Camps y remitida por las Cortes al Congreso en 2006, pretendía reformar una serie de artículos de la ley estatal del Deporte que fueron derogados en 2007, cuando una amplísima mayoría de la Cámara baja aprobó la ley contra la violencia, la xenofobia y la intolerancia en el deporte. El origen de la reforma fue el malestar del Gobierno de Camps con una pancarta en el Camp Nou, durante un partido en 2005 entre el Barcelona y Osasuna, que reivindicaba los países catalanes, con un mapa que incluía la Comunidad Valenciana y Baleares.
Las Cortes valencianas, sin embargo, no se percataron en estos cinco años de los cambios legislativos y no retiraron la propuesta ni siquiera cuando el mes pasado el Congreso les comunicó que iba a ser debatida en pleno y que debían nombrar un diputado para defenderla. El representante de las Cortes, el popular David Serra, visto que por los defectos insubsanables del proyecto no iba a recibir el apoyo ni del PP, trató de retirar el proyecto al final del debate. Sin embargo, el presidente del Congreso, Jesús Posada, recordó que después de su discusión en pleno eso era imposible y no cabía más que ir a la votación.
La sombra de Aguirre
La pifia legislativa impidió la confrontación ideológica entre el PP y el resto de grupos, que, con diferentes matices, consideran que cualquier actuación en tal sentido violaría el derecho a la libertad de expresión. La polémica llegó al Congreso después de que la presidenta madrileña desatase una tormenta política al reclamar, días antes de la final de Copa entre el Barça y el Athletic, que las autoridades evacuasen el campo y el partido se jugara a puerta cerrada si se pitaba el himno y al Príncipe, como ocurrió.
En el debate, el portavoz de Esquerra Republicana desplegó una 'senyera estelada' de los independentistas en la tribuna del Congreso; Amaiur recordó el Cara al Sol en las finales de la Copa del Generalísimo; y Rosa Díez, portavoz de UPyD, defendió, pese a su oposición al proyecto, la necesidad de respetar la bandera española como un símbolo contra los 858 asesinatos de ETA. IU calificó el debate de «soberana tontería» y el PSOE solo vio el intento de que el Congreso hable de fútbol «en vez de rescates y recortes». El PP se limitó a recordar que tiene en cartera una profunda reforma de la ley del Deporte, en la que tendrá «en cuenta el espíritu de la propuesta».