Los nuevos viajes a costa del dinero público acorralan aún más a Dívar
Un Supremo dividido y enfadado decide hoy la suerte de su presidente, después de conocer que se gastó otros 15.000 euros
MADRID. Actualizado: GuardarDicen en su entorno que Carlos Dívar sigue convencido de que no ha cometido ninguna irregularidad y no piensa dimitir. Pero las presiones crecen y cada vez son menos los magistrados del Supremo y los vocales del Poder Judicial dispuestos a dar la cara por su presidente. Y menos aún después de que el propio Consejo haya revelado que Dívar se gastó del erario público otros 15.185 euros en 12 viajes de 'semana caribeña', con salida los jueves y los viernes y vuelta el domingo o el lunes, para participar en actos oficiales de la judicatura que solo duraban unas horas, y no siempre.
En total, ya son más de 28.000 euros en gastos de difícil justificación por motivos oficiales. Según la información remitida por la Secretaría General del Consejo al vocal José Manuel Gómez Benítez, el mismo que destapó en mayo el escándalo de los viajes a Marbella por los que endosó 13.000 euros a las arcas del órgano de gobierno de los jueces, los nuevos periplos tuvieron lugar entre octubre de 2008 y julio de 2011, y tuvieron como destino Bilbao, Santillana del Mar, La Coruña, Santiago de Compostela, Palma, Oviedo, Valencia, Barcelona y Galicia. Y siempre incluyeron pernoctaciones de, al menos, dos noches en fin de semana, aunque los actos oficiales a los que Dívar asegura haber acudido raramente tuvieron lugar en días no laborables. Solo en desplazamientos gastó 6.618 euros. Sus hoteles costaron 4.876 euros. Se gastó en comidas casi 2.300 euros y en compras bajo el concepto de «atención protocolaria» casi 1.400 euros.
El propio Dívar, a través de una nota oficial, trató ayer de salir al paso de esta nueva polémica, negó que hubiese aportado «datos falsos» para explicar esos viajes e intentó justificar algunas de esas prolongadas estancias en fines de semana fuera de Madrid para asistir a actos de apenas unas horas. En ese intento por salir de este último atolladero, el presidente del Consejo llegó a confesar que incurrió en gastos por valor de 1.045 euros durante un viaje que era respuesta a una «invitación oficial de la Consejería de Turismo de Cantabria para visitar la localidad de Santillana del Mar» en julio de 2010. Aunque era una «invitación», Dívar pasó una minuta de 645 euros de desplazamiento, casi cien en comidas, 77 en regalos y 222 en alojamiento. El presidente confesó que ni siquiera durmió en Santillana, sino en el «cercano parador de Limpias», que está a 70 kilómetros de la famosa villa medieval.
Silencios
De lo que no dijo ni una palabra es de quién estuvo acompañado en esos viajes, por qué pasó como gastos oficiales las comidas, hoteles y billetes de transporte de esa o esas personas, y si su acompañante era, como afirman algunos medios, su amigo, «ayudante personal» y «jefe de seguridad».
Preeminencia del Derecho, el colectivo que denunció a Dívar ante el Supremo por estafa y malversación, incorporó de inmediato esta nueva tanda de viajes a su querella y amplió el objeto de la demanda. Esta querella será la que hoy tendrá sobre la mesa el pleno de la Sala de lo Penal del Supremo, que será el órgano que decidirá si abre la primera investigación penal de la historia de España contra la máxima autoridad judicial del país. El pleno va a dedicarse en exclusiva a este asunto y no ha dudado en aplazar las vistas que iba a celebrar para estudiar recursos sobre una trama del impuesto revolucionario y una condena por 'kale borroka'.
Hartazgo
Según fuentes judiciales, entre los 14 magistrados que resolverán la suerte de su presidente empieza a cundir el hartazgo y hasta el enfado por el continuo deterioro de la imagen del tribunal por las informaciones sobre los viajes de Dívar y la imposibilidad del propio afectado de desmentir que usó dinero público para 'semanas caribeñas' difícilmente justificables. Aunque todavía el presidente, según estas mismas fuentes, cuenta en la Sala de lo Penal con más partidarios que detractores, nadie descarta que este órgano, cada vez más dividido, dé la sorpresa y admita a trámite la querella.
En cualquier caso, aunque el Supremo rechace investigar a su presidente, no van a acabar ahí los problemas para Dívar. Tres vocales del Consejo, tienen la intención de pedir la celebración de un pleno extraordinario en el que solicitarán la dimisión del presidente si el alto tribunal no admite a trámite la querella de Mazón.
Pero la situación para Dívar no solo se complica en el Supremo y en el Consejo. La Mesa del Congreso, tras negarse en tres ocasiones, aprobó ayer la comparecencia del presidente del Poder Judicial, reclamada hasta ahora sin éxito por Izquierda Plural. Los diputados de esta formación fueron hoy más hábiles y pidieron que Dívar comparezca para dar cuenta de la memoria del Consejo de 2011 en relación a las actividades de su presidente, una petición que el órgano de dirección de la cámara no pudo rechazar. Hasta ahora IU había pedido que Dívar diera explicaciones sobre sus viajes a Marbella, a lo que la Mesa se había negado con el argumento de que el Congreso no es competente para controlar a otro órgano del Estado.
Sin embargo, el Parlamento no escuchará las explicaciones de Dívar hasta final de año. El PP quiere dejar enfriar el asunto y su portavoz parlamentario, Alfonso Alonso, advirtió ayer de que no habrá comparecencia hasta que el Poder Judicial remita su memoria, lo que no ocurrirá previsibemente hasta otoño.