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Christine Lagarde, directora gerente del FMI. :: REUTERS
Economia

El pánico prende en la Eurozona

Lagarde dice que el bloque tiene «menos de tres meses» para salvarse y Austria apunta a Italia como próximo rescatado

IÑAKI CASTRO
BRUSELAS.Actualizado:

La histeria empieza a instalarse en la UE a solo cuatro días de las elecciones en Grecia. Con los mercados enloquecidos pese al rescate de la banca española, la zona euro fue escenario ayer de predicciones apocalípticas y declaraciones marcadas por el huracán en los parqués. La directora gerente del FMI, Christine Lagarde, abrió el fuego al proclamar que el bloque tiene «menos de tres meses» para garantizar su supervivencia. La ministra de Finanzas austriaca, Maria Fekter, le siguió el ritmo y agregó que Italia es la siguiente en la lista para pedir auxilio financiero a sus socios. A modo de remate, Bruselas confirmó que hay países que están preparándose para una posible salida de Atenas de la divisa común.

Lagarde espoleó la incertidumbre desde primera hora de la mañana durante una entrevista televisiva. Cuestionada por el reciente pronóstico del magnate George Soros, que cifró en tres meses la esperanza de vida del euro si no se toman medidas, la exministra francesa fue todavía más agorera. Según sus cálculos, la cuenta atrás podría durar «menos» de 90 días en caso de que los socios no den pasos decisivos hacia una mayor integración. La jefa del FMI ya levantó una importante polvareda a finales de mayo al cargar frontalmente contra la elevada evasión fiscal en Grecia y reclamar a los griegos que se ayuden «pagando todos sus impuestos».

La titular austriaca de Finanzas, que acumula una larga serie de polémicas en la UE, avivó la desconfianza en los mercados con una andanada contra Italia. «Teniendo en cuenta los altos intereses que paga por su deuda, el país también podría necesitar ayuda», auguró. El primer ministro italiano, Mario Monti, respondió airado que sus palabras eran «completamente inapropiadas». En Bruselas, fuentes comunitarias admitieron su frustración con Fekter y resaltaron la importancia de la «disciplina verbal» en un momento tan delicado como el actual. Los inversores no quitan el ojo a Roma tras el rescate de España. Nadie olvida que su deuda alcanza el 120% y que arrastra una década de estancamiento económico.

Pese a las dudas sobre Italia, hay otro país de la zona euro que podría necesitar ayuda de forma inminente. Chipre lleva meses bordeando el precipicio y, según la prensa local, podría solicitar el rescate hoy mismo. La isla mediterránea solo representa el 0,2% de la economía de la moneda única, pero su desplome no llega en el mejor momento. Al igual que España, Nicosia carece de fondos suficientes para recapitalizar la banca, muy expuesta a la situación en Grecia. Su ministro de Economía decía esta semana que a finales de mes se cumple el plazo límite para inyectar fondos en las entidades.

La avalancha de noticias preocupantes se completó con unas aclaraciones de la Comisión. El Ejecutivo comunitario admitió que algunos países le han pedido asesoramiento legal sobre la posibilidad de restringir el movimiento de capitales y personas si Grecia abandona el euro. Bruselas insistió en que solo trabaja con la idea de que la divisa común permanezca unida, pero reconoció que cada gobierno es soberano a la hora de elaborar planes de contingencia. El proceso de consultas se difundió después de que algunas informaciones indicaran que la UE estudiaba hasta imponer un 'corralito' en el país heleno en caso de fractura irreversible.

La vuelta del dracma

Alexis Tsipras, líder de la formación de izquierda radical Syriza, encarna todos los miedos a que Grecia vuelva al dracma. Uno de los grandes favoritos a la victoria en los comicios, defiende la abolición de los duros sacrificios exigidos a cambio del rescate. Consciente de que esta postura podría dejar al país fuera de la moneda única, Tsipras lanzó ayer un mensaje moderado en la recta final de la campaña. Prometió que si logra el triunfo trabajará para continuar en el euro intentando convencer a sus socios de que «solo el desarrollo económico» puede salvar a sus conciudadanos. A su juicio, Atenas se encuentra «al borde del colapso» y hace falta impulsar la actividad de manera urgente.

La UE no pierde de vista las elecciones helenas, pero se agarra a la refundación del euro como llave maestra para desactivar la inestabilidad. Los socios celebran a final de mes una cumbre decisiva en la que se pretenden poner los pilares sobre los que pivotará la futura integración. Hasta ahora, la opción que más se baraja pasa por avanzar hacia la unión bancaria, lo que implicaría contar con mecanismos comunes para supervisar al sector y proteger los depósitos.