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Economia

España se financia al precio más alto desde que existe el euro

Almunia sugiere que los bancos podrían pagar un interés fijo anual del 8,5% si obtienen capital vía bonos convertibles

M. J. ALEGRE
MADRID.Actualizado:

La incertidumbre provocada por el rescate de la banca española con fondos europeos no se limitó a unas horas. La desconfianza echa raíces en los inversores, sin que los mensajes tranquilizadores sirvan para extinguir el fuego y España ya tiene que pagar por financiarse en los mercados secundarios el precio más alto desde que existe el euro. La rentabilidad del bono a diez años se disparó de nuevo ayer hasta el 6,84%, un tipo de interés que supera el máximo histórico del 6,781% alcanzado en el epicentro de la crisis de la deuda soberana, el 17 de noviembre del pasado año. Al cierre de las Bolsas, el repliegue de esta exigencia era mínimo, hasta el 6,71%.

La prima de riesgo cedió algo más. Tras escalar los 543 puntos básicos, concluyó la sesión bursátil en 529 unidades. Siguiendo la estela de España, y perjudicada también por algunas declaraciones poco oportunas de la ministra de Finanzas de Austria, la prima de riesgo de Italia se alzó hasta los 475 puntos.

Tampoco las Bolsas tuvieron un buen día. Madrid cerró prácticamente en tablas, mientras Milán perdió el 0,7%. El Ibex-35 ganó un 0,09% que dejó este índice en 6.522 puntos. Otra vez la banca se sitúa en el foco de las preocupaciones, porque la agencia Fitch, tras haber rebajado la nota de los dos grandes bancos, degradó la que aplica a otras 18 entidades.

Un efecto secundario del anuncio del rescate del sistema financiero español ha sido la extensión de la desconfianza al interbancario. Las entidades han vuelto a ver cegada esa fuente de dinero, y las operaciones a un día se han secado.

La presión va a proseguir, reconoció el ministro de Economía y Competitividad, Luis de Guindos, quien prevé unos días de «una enorme volatilidad» y «una enorme tensión», por lo que ha pedido tranquilidad y ha apelado a la unidad de Europa ante el euro. Por paradoja, el responsable económico lanzó este mensaje, y aconsejó «estar todos unidos», tras asistir a una reunión con los patronos del Centro Nacional de Investigación Cardiovascular Fundación Procenic. De Guindos aseguró que tanto el Gobierno español como el conjunto de ejecutivos de la Unión Europea saben «perfectamente» lo que quieren hacer y son conscientes de que «el euro es el futuro».

La seguridad del ministro dista mucho de llegar a los agentes del mercado, donde las incógnitas persisten. No se conoce la nueva evaluación de los bancos -que las consultoras publicarán, como pronto, el próximo viernes- ni las nuevas exigencias de capital que pueden aplicárseles. De momento, la única pista consiste en que el Partido Popular ha incluido una enmienda nueva en los Presupuestos de 2012, durante su tramitación en el Senado, por la que autoriza al Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria a endeudarse por 66.000 millones con aval del Estado.

Está por concretar el procedimiento del préstamo europeo y tampoco se conoce el sistema de aportación de estos fondos a los bancos. El comisario europeo de Competencia, Joaquín Almunia, ha explicado que, si el Estado proporciona recursos a cambio de bonos convertibles contingentes (los bautizados como 'cocos'), podría recibir un interés fijo anual del 8,5%, que es el porcentaje aplicado en ocasiones similares.

Los líderes políticos, mientras tanto, intentan desplazar responsabilidades. El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, que en una entrevista al diario británico Finantial Times aseguró haber «convencido» al jefe del Ejecutivo español, Mariano Rajoy, para que pidiera un rescate al que era reticente, matizó después, a través de un portavoz, que Rajoy «reaccionó de forma extraordinariamente positiva a esta idea», con la que se mostró «de acuerdo». El presidente del Gobierno español había argumentado durante la rueda de prensa en la que comunicó la concesión de la ayuda, que había sido por su inicitiva, que había presionado para conseguirla, y que no a cualquiera le daban un crédito de 100.000 millones.

Por su parte, la canciller alemana Angela Merkel, que expresó su apoyo a la decisión del Gobierno español de pedir ayuda para recapitalizar a la banca, criticó que los trabajos de la Autoridad Bancaria Europea (EBA, por sus siglas en inglés) se hayan visto socavados por actuaciones de supervisores de gobiernos nacionales que «guiados por un equivocado orgullo» impidieron que se realizaran unas adecuadas pruebas de resistencia.