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Giovanni Trapattoni alecciona a sus jugadores en el entrenamiento de ayer en Gdynia (Polonia). :: KAMIL KRZACZYNSKI / EFE
ENVIADO ESPECIAL

Trapattoni, el superviviente

Ha devuelto a Irlanda a la élite, sueña con llegar al Mundial de Brasil y recuerda a España que el Chelsea ganó la Champions

IGNACIO TYLKO
VARSOVIA.Actualizado:

Irlanda no es precisamente un dechado de virtudes, más bien una selección sin lustre y anticuada, pero hay que respetar y desconfiar de cualquier equipo al que dirija Giovanni Trapattoni (Cusano Milanino, Italia, 73 años). Este superviviente de los banquillos ha devuelto al país del trébol a un gran torneo internacional una década después. Es, sin duda, una de las estrellas del torneo por su trayectoria y esas comparecencias con frecuencia hilarantes. No es un tipo dotado para los idiomas y ya ha provocado carcajadas en los irlandeses por su mal inglés, como le ocurría en Alemania cuando conducía al Bayern de Múnich.

'Trap' se toma con humor sus errores idiomáticos, lo que ha contribuido a su mayor popularidad. Pero lo que más se destaca de él es su palmarés como técnico. Le adornan una Copa de Europa, una Recopa, tres Copas de la UEFA, una Intercontinental, siete ligas italianas y títulos de campeón en Alemania, Austria y Portugal. ¿Alguien da más? Irlanda disfruta de la sabiduría del técnico más veterano en la historia de la Eurocopa, de un tipo carismático que ejerce esta profesión desde 1974.

Barrunta que Del Bosque cambiará y jugará con Fernando Torres, aunque dice que prefiere no meterse en casas ajenas. Y frunce el ceño cuando se le acusa, una vez más, de ser muy defensivo. Recuerda que en su Juventus actuaban juntos Platini, Bettega, Boniek y Rossi, y que en esta Irlanda menor apostó por Duff, McGeady, Doyle y Keane ante los croatas. Argumenta que bajo su mando Irlanda presume de récord de goles a favor y recibidos. Acumuló 14 partidos sin perder y 11 sin encajar un tanto. Si no la guió ya hacia el Mundial de Sudáfrica fue por la mano de Henry en lo que los sudamericanos llaman 'repechaje', según la RAE, la última oportunidad que se le da a un equipo para que continúe en competición.

Admira a la selección española, un compendio -dice- de estrellas del Barça y el Real Madrid a la que solo le falta Messi. Asume la condición de favoritos de los campeones, pero recuerda, pícaro, que el Chelsea le ganó la final de la última 'Champions' al Bayern de Múnich después de haber sufrido 17 saques de esquina en contra por solo uno a favor. A Irlanda difícilmente le salen las combinaciones para alcanzar los cuartos, pero Trapattoni cree que un punto ante España no sería mísero sino de gran valor.

¿El efecto Walters?

Desde el minuto uno después de la derrota ante Croacia, insistió en que hay que creer. Trapattoni no oculta su gran fe católica y es incluso el seleccionador de El Vaticano desde 2010. Además, nació un 17 de marzo, el día de San Patricio, fiesta grande para los irlandeses. Desde su llegada en 2008, construyó un equipo compacto, tras convencer a los internacionales que ya no respondían a las convocatorias y ejerciendo labor de 'lobby' en sus clubes para que no pusieran trabas a la participación de sus profesionales.

En Sopot, donde tiene concentrados a sus chicos para respirar la brisa del Báltico y desintoxicarse de los miedos y presiones que, según el técnico, les atenazaron en su estreno, el italiano prepara la estrategia ante España. Quiere combatir la clase de 'La Roja' con fuerza física. Según el 'Irish Times', planea como jugada maestra dar entrada en el equipo a Jon Walters (Stoke City), de notable rendimiento en sus ocho comparecencias. Es veloz, peligroso a la contra. Ni un nueve puro, ni un extremo. Pero colabora con el centro del campo y eso le concede cierta ventaja.

'Trap' ama a Irlanda pero la concentración previa la trasladó a Montecatini, a 30 kilómetros de Coverciano, el centro de entrenamiento de la selección italiana, frente a la que nunca ha perdido. Empató (2-2) en las eliminatorias para el Mundial 2010 ganó 2-0 en un amistoso en Lieja (Bélgica) de hace un año. Pero eso ya será cuestión de la última jornada de este grupo C, donde Trapattoni se encontrará con el joven Cesare Prandelli, quien jugó a sus órdenes en la 'Vecchia Signora' entre 1979 y 1985. El hoy preparador de la 'Nazionale', a quien 'Trap' hacía trabajar a destajo en defensa, le considera un tipo de «extraordinaria experiencia y muy respetuoso". Ya participó como seleccionador en una Eurocopa, pero fracasó con Italia en la primera ronda de Portugal 2004. Pase lo que pase en Ucrania y Polonia, quiere seguir con Irlanda. Desea clasificarla para el Mundial de Brasil y presentarse en una de sus playas con 75 años y la ilusión de un primerizo.