De partido de señoritos a una formación plural
SEVILLA.Actualizado:El hasta ahora líder del PP andaluz, Javier Arenas, dio ayer un paso atrás por sorpresa y anunció su intención de no revalidar su cargo en el próximo congreso regional, una salida que él mismo había descartado en público hace escasas tres semanas. Fue su fiel número dos, Antonio Sanz, quien anunció la decisión de Arenas y poco después era él mismo quien confirmaba la noticia en las redes sociales. «Gracias #Andalucía, gracias militantes del @ppandaluz. Siempre estaré en deuda». Ponía así fin a una andadura de casi dos dos décadas.
Su liderazgo empezó en 1989, cuando la refundación del PP le situó de número dos del partido en Andalucía. Poco después, arrebató las riendas de la formación a Gabino Puche, y en 1994 daba la primera batalla por la Presidencia de la Junta al todopoderoso PSOE de Manuel Chaves. Consiguió subir escaños y en unión de IU forzó la complicada legislatura de 'la pinza', que apenas duró dos años. En 1996, tras fracasar en su segundo intento, se marchó a Madrid al Gobierno de José María Aznar. Cedió el liderazgo del partido a la alcaldesa de Cádiz, Teófila Martínez, aunque desde la sombra retuvo el control del partido con la idea de volver a intentar una vez el triunfo electoral.
Tras su vuelta a Andalucía en 2004, Arenas tuvo claro que tocaba remangarse y dar un repaso completo al partido para alejarse de la imagen del partido de señoritos y de la derecha reaccionaria. Se pateó la región de punta a punta y, con pasos de hormiguita, construyó un partido renovado, en imagen y personas, que comió el terreno a los socialistas en los núcleos urbanos e, incluso, en la Andalucía profunda. Todo ello controlado de forma férrea sin una voz discrepante.
Ahí puede residir uno de los retos del PP andaluz. Arenas y su equipo se aseguraron de que nadie les hiciera sombra y no hay una figura llamada a sustituirle. Suenan nombres, como el portavoz parlamentario, Carlos Rojas; el alcalde de Córdoba, José Antonio Nieto, o el alcalde sevillano, Juan Ignacio Zoido, aunque no se da nada por zanjado.