«¡Vaya momento...!»
MADRID.Actualizado:«!Vaya momento...!». El comentario fuera de protocolo realizado por el Rey a Luis María Linde tras su jura del cargo de gobernador del Banco de España refleja la comprometida situación del organismo supervisor del sistema financiero español tras el rescate acordado por el Eurogrupo con el Gobierno de Mariano Rajoy el pasado sábado. Una operación que comprometió el préstamo de hasta 100.000 millones de euros para reflotar la parte del negocio bancario más afectado por la crisis, con Bankia a la cabeza.
«Aquí estamos; a ver qué pasa», fue la respuesta del nuevo responsable del Banco de España, que desempeñará su cargo durante los próximos tres años, hasta que cumpla los 70, límite impuesto por la normativa vigente. El acto de toma de posesión del gobernador tuvo lugar en el Palacio de la Zarzuela y al mismo asistieron Rajoy y los ministros de Economía y de Justicia, Luis de Guindos y Alberto Ruiz-Gallardón, respectivamente. La ceremonia contó también con la presencia de la Reina.
Linde eligió la fórmula de la promesa para comprometer su fidelidad en el puesto, cosa que hizo poniendo su mano derecha sobre un ejemplar de la Constitución. También fue utilizado un ejemplar histórico de la Biblia, que fue propiedad de Carlos IV.
Antes del comienzo del acto, el Rey felicitó De Guindos y a Rajoy por el pacto alcanzado con el Eurogrupo, que permitirá la financiación de la banca española en apuros. Al final de la cita, la conversación entre los asistentes derivó hacia el partido de la selección española de fútbol ante Italia en Polonia, a donde Rajoy viajó para presenciarlo en directo, lo que despertó fuertes críticas en sectores sociales y políticos ante la gravedad de la situación que vive España en estos momentos.
Luis María Linde es el sexágesimo gobernador del Banco de España y sustituye a Miguel Ángel Fernández Ordóñez, que estuvo al frente de la entidad durante seis años y que ha abandonado su responsabilidad un mes antes de cumplir su mandato, muy cuestionado desde el Gobierno, sobre todo tras estallar el escándalo de Bankia.
MAFO se justifica
Uno de los retos que tendrá que superar el nuevo responsable será recuperar la credibilidad de una institución cuya actuación ha sido puesta en entredicho al hilo de la crisis bancaria, que ha tenido como resultado la nacionalización del banco que agrupa a siete cajas de ahorro.
Precisamente, en un documento enviado al Fondo Monetario Internacional (FMI), la institución justifica su lentitud a la hora de atajar la crisis financiera en España, en especial la relacionada con las cajas de ahorro, por la actitud del Gobierno y de las comunidades autónomas y por la regulación existente, argumentos que fueron aceptados por el organismo que dirige Christine Lagarde al admitir que la labor del Banco de España hubo de hacer frente a un proceso muy laborioso y engorroso antes de tomar decisiones.
En el memorando, el organismo supervisor indica que no tuvo instrumentos legales para actuar hasta 2009, con la creación del FROB, y que el deterioro de la economía ha durado más de lo calculado por todas las instituciones nacionales e internacionales. Otra alegación hace referencia a las directrices de los Gobiernos de turno -de Zapatero y Rajoy- en el sentido de que debería limitarse la utilización de fondos públicos en el rescate de los bancos, un proceso de saneamiento que debió realizarse solo con fondos privados nacionales dado que las entidades internacionales no estaban en condiciones de afrontar una tarea de ese calibre.
Además, el documento señala que la fórmula tradicional de la liquidación de un banco en pérdidas no pudo ser utilizada por el agujero que iba a generar a los pequeños tenedores de bonos, lo que habría complicado severamente la financiación de otras entidades ante la desconfianza que iba a generarse.
Por último, otro factor fue el de los intereses políticos y sindicales en los consejos de los bancos procedentes de las cajas de ahorros, algo que también afectó a la velocidad del proceso, hecho al que se sumó que correspondiera a las comunidades autónomas la capacidad de aprobar las fusiones de las cajas durante la reestrucuturación. Éstas debieron llevar adelante largas y complejas negociaciones, argumenta el Banco de España, antes de lograr los acuerdos que dieron luz verde a los cambios.