Los inversores desconfían y la prima de riesgo sigue desbocada
Las dudas sobre el procedimiento del préstamo y el temor a Grecia desinflan los efectos del acuerdo del Eurogrupo
MADRID.Actualizado:Día de locos en los mercados. La noticia del rescate al sector financiero español con fondos europeos no tuvo los deseados efectos balsámicos y, al cierre de las Bolsas, la prima de riesgo escaló los 520 puntos, próxima otra vez a su máximo histórico y en niveles insostenibles a medio plazo. El arranque de la sesión había tenido un tono muy distinto. El anuncio del préstamo disparó las compras de títulos bancarios e hizo que la prima de riesgo bajara hasta los 462 puntos. Pero tras la euforia inicial se abrieron camino poco a poco los recelos.
Las incertidumbres se pagan. No se conoce en detalle el procedimiento del préstamo, no hay datos concretos sobre la evaluación de las entidades y, como puntilla, la agencia Fitch extendió la rebaja de la nota de solvencia del Reino de España a los grandes grupos bancarios. En las últimas horas de la jornada, cualquier pretexto era bueno para vender acciones y bonos.
El Ibex-35 había despertado con una fuerte alza, hasta rozar el 6%, impulsado por los avances que llegaron a ser de dos dígitos en Bankia y el Santander. Finalmente cerró con pérdidas del 0,54%. En el sector bancario, el Santander perdió el 0,27%, BBVA cerró estable -aunque hubo momentos en que su acción se disparó el 10%- y CaixaBank avanzó el 0,34%. Bankia, que había escalado durante la mañana hasta un 18%, ganó al cierre tan solo un 1,85% para quedar en 1,04 euros.
El retroceso del Ibex-35 colocó a Madrid entre los peores parqués de Europa, superado por Milán, que sufrió una pérdida del 2,79%. Francfort ganó el 0,17% y Londres tuvo un mínimo retroceso del 0,05%. París cerró con caída del 0,29%.
Si las autoridades europeas, el FMI y hasta el Gobierno de Estados Unidos creyeron que era bueno anticipar la decisión sobre el rescate de la banca española para evitar su coincidencia con un momento crítico en la situación griega, se equivocaron en su planteamiento. Eso parece deducirse, al menos, de la primera reacción de los mercados.
Especialmente preocupante resulta la escalada de la prima de riesgo. La negativa evolución de la deuda española contagió a Italia, donde el diferencial del bono a diez años respecto al alemán del mismo plazo se disparó a 473 puntos básicos, 27 más que la víspera. Los problemas de España vuelven a repercutir en el país transalpino.
En el mercado secundario de deuda español, los recelos surgieron por la posibilidad de que sea el Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE) quien se haga cargo de la financiación del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) para su préstamo a los bancos. Este instrumento entrará en vigor el 1 de julio y, dado su carácter permanente, se ha decidido que tenga la condición de acreedor preferente, solo subordinado al Fondo Monetario Internacional, que está por delante de todos.
Los compradores de deuda pública española entendieron que, de seguirse este procedimiento, siempre cobrarían más tarde, una vez resarcido el fondo europeo. En consecuencia, los bonos pierden atractivo. Si, por el contrario, el procedimiento fuera el Fondo Europeo de Estabilidad Financiera, el bonista mantendría sus privilegios.
Finalmente, la cita de Grecia con las urnas sigue pendiente. El 17 de junio se celebran elecciones, en un nuevo intento de formar gobierno, porque los comicios del 6 de mayo no lo permitieron. Si ganan los partidarios de renegociar la totalidad del acuerdo de rescate, el abandono del euro por el país heleno será una posibilidad real. Nuevos episodios de contagio de la crisis griega no están descartados.