España baja cuatro puestos en el ranking de competitividad mundial

España ha descendido en un año cuatro puestos, del 35 al 39, en el índice mundial de competitividad que elabora anualmente la escuela de negocios IMD con 59 países. Queda justo por encima de Italia y Portugal. La competitividad que mide el índice es el grado en que se dan las condiciones para crear empleo y empresas.

Aunque han influido los resultados macroeconómicos, la principal razón del descenso es el deterioro del sentimiento empresarial y la «crisis de expectativas», según el director de Finanzas del IMD. En su opinión, España tiene una gran capacidad de mejora con cambios pequeños. Sin embargo, cree que las reformas aprobadas por el Gobierno tendrán poca incidencia a corto plazo y que su efecto debe esperarse a largo plazo.

Entre las fortalezas que el informe de IMD destaca de España se encuentran el capital humano, la inversión extranjera y la participación de la mujer en el mundo laboral. Y entre sus debilidades sobresalen la falta de crédito y el sector financiero. Por su parte, el director del Instituto de Estudios Económicos, Joaquín Trigo, propuso una «devaluación interna» y precisó: «No hace falta que nos bajemos el sueldo, basta con que no nos lo subamos».