Aguirre explica sus medidas tras el Consejo de Gobierno. :: JAVIER LIZÓN / EFE
ESPAÑA

Aguirre da un tijeretazo de más de mil millones en la Comunidad de Madrid

Baja el 3,3% el sueldo de los funcionarios y el 10% el de altos cargos, pone peajes en autovías y sube tasas, pero no toca los impuestos

MADRID. Actualizado: Guardar
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Esperanza Aguirre quiere ser la campeona de los recortes y anunció ayer un tijeretazo de 1.045 millones de euros en los Presupuestos de la Comunidad de Madrid. Un ahorro que saldrá de la bajada del 3,3% del sueldo a los funcionarios y el 10% a los altos cargos, el establecimiento de peajes en las autovías, la subida de 74 tasas y la supresión de las subvenciones a partidos y sindicatos. A cambio no habrá más impuestos ni despidos.

La presidenta madrileña está empeñada en situar el déficit de este año en el 1,5% del PIB después del fiasco del año pasado, cuando el anunciado 1,1% se convirtió en un 2,2% después de las revisiones de Hacienda. Aguirre, además, quiere marcar la senda a seguir a las demás comunidades gobernadas por el PP que también tendrán que hacer un ajuste presupuestario este año para alcanzar los objetivos de déficit acordados en la última reunión del Consejo de Política Fiscal y Financiera.

La presidenta explicó que prefirió atacar los números rojos por el flanco del gasto antes que por el de los ingresos porque salvo el incremento de las tasas y los nuevos peajes en las autovías no se plantea otras entradas de recursos. No habrá, por tanto, subidas de impuestos ni en el tramo autonómico del IRPF ni recuperación de figuras derogadas, como la de patrimonio.

Tampoco habrá despidos entre el personal, ni entre los 180.000 funcionarios y personal laboral ni entre los 40.000 interinos. La contrapartida será, señaló la presidenta madrileña, una bajada de los salarios del 3,3% para todos los trabajadores de la administración autonómica, que llegará al 10% en el caso de los altos cargos; es decir la presidenta, los consejeros, los directores generales y personal de confianza. La remuneración de Aguirre se quedará en el entorno de los 80.000 euros al año después de los ajustes, casi 20.000 menos que en 2008, según precisó ella misma.

La medida quizá más novedosa es la introducción de los peajes en las autovías de la Comunidad de Madrid siempre que tengan rutas alternativas gratuitas. El Gobierno autonómico confía en recaudar a través de esta fórmula 900.000 euros este año porque solo se implantará el sistema en una ruta, y 30 millones de euros al año a partir de 2013, cuando el peaje se cobre en todas.

Habilidad mediática

El debate, sin embargo, no se centró en el nuevo ajuste presupuestario del Gobierno autonómico sino en una medida, filtrada el miércoles y confirmada ayer por Aguirre: la reducción a la mitad de los diputados de la Asamblea de Madrid, que pasaría de 129 escaños a 65. Una iniciativa que, en todo caso, entraría en vigor la próxima legislatura, a partir de 2015, y siempre que el PP encuentre el respaldo de otra fuerza política.

El cambio exige una modificación del estatuto de autonomía, un paso para el que es insuficiente la mayoría absoluta del PP en Madrid. Y en el supuesto de que se consiga los apoyos suficientes de otros partidos quedaría el refrendo de las Cortes a la reforma estatutaria. En definitiva, que es improbable que se materialice.

El globo sonda, sin embargo, motivó innumerables reacciones. Al punto de que el secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, no tuvo más remedio que alabar «la habilidad mediática envidiable» de Aguirre porque ha conseguido que todo el mundo, hasta el presidente del Gobierno, hable de un anuncio para 2015 y no del recorte de sueldos de más de 200.000 funcionarios que entra en vigor «mañana».

Mariano Rajoy elogió la medida porque todo lo que contribuye a recortar el déficit es «oportuno y conveniente». El presidente gallego, Alberto Núñez Feijóo, calificó de «respetable, sensata y en la buena dirección» la iniciativa; la presidenta de Castilla-La Mancha y secretaria general del PP, Dolores de Cospedal, habló de «gran idea». El reverso de la moneda fue el líder de los socialistas madrileños, Tomás Gómez, quien tachó el anuncio de «típica salida de pata de banco» de la presidenta para extender «una cortina de humo y no hablar lo que preocupa» a los ciudadanos.