¿Y qué de los servicios prestados?
La universidad española no se merece los calificativos que está recibiendo por una razón aún más simple: hay que poner en su haber los servicios prestados
CATEDRÁTICO DE LÓGICA Y FILOSOFÍA DE LA CIENCIAActualizado:Los recortes han llegado a la universidad y se anuncian cambios profundos. Se harán de nuevo sin contar con la opinión de la comunidad académica. A la imposición de medidas poco meditadas se une ahora una campaña de desprestigio que manifiesta un empeño malintencionado por acabar con la buena imagen de una de las pocas instituciones que aún la conservan en nuestro país.
¿De qué se acusa a la universidad española? Fundamentalmente de tres cosas: (1) Tiene muy poca calidad pese a consumir muchos recursos. Ninguna de ellas está entre las cien mejores del mundo, ha repetido el ministro hasta cansarse. (2) Hay más universidades de las que necesitamos. España tiene más de una universidad por provincia; en concreto tiene 79. Más que en Alemania, se ha proclamado con absoluta convicción en una tertulia radiofónica. (3) La universidad española es un ejemplo de despilfarro. El porcentaje de alumnos que abandonan es más alto que en el resto de Europa, y se ha convertido en una fábrica de parados.
Estas afirmaciones son, sin embargo, medias verdades o completas falsedades. Para empezar, la afirmación (1) es susceptible de muchas matizaciones. Los rankings de universidades son discutidos debido a que hay sospechas de que las metodologías para confeccionarlos están sesgadas, y de hecho la clasificación puede variar bastante de unos a otros. Da qué pensar que entre las 50 primeras apenas aparezcan universidades que no sean angloparlantes. En el ranking de la Universidad Jiao Tong de Shanghai, uno de los más respetados, la primera de habla no inglesa que aparece es la de Tokio, y lo hace en el puesto 20, y la primera de habla hispana es la Universidad Nacional Autónoma de México, en el puesto 151. Pero no voy a emplear esta réplica porque es la más fácil. Lo que sí diré es que si buscamos por especialidades, encontraremos universidades españolas en los 100 primeros puestos. En medicina y farmacia la Universidad de Barcelona ocupa el puesto 85, en matemáticas la Autónoma de Madrid el 51, en física la de Valencia el 97, y en química la de Zaragoza ocupa el 73 y la Politécnica de Valencia el 87.
¿Saben qué universidades son las cinco primeras? Harvard, California-Berkeley, Stanford, Massachusetts Institute of Technology y Cambridge. ¿Se han preguntado nuestros políticos si nuestras universidades reciben la financiación y la atención al profesorado y al alumnado que hay en éstas? Supongo que algo tendrá eso que ver. ¿Habrá que repetir que en España se invierte en investigación el 1,4% del PIB, mientras que en Finlandia es el 3,9% y en Alemania el 2,8%? Por otra parte, para medir con justicia el valor de una institución no basta con mirar la situación en la que se encuentra en el presente. Hay que considerar de qué situación partía y en qué medida y con qué celeridad se ha apartado de esa situación. Cualquiera que recuerde la situación universitaria a finales del franquismo verá lo que se ha hecho.
Con respecto a la afirmación (2), cabe decir que nuestra situación no es tan descabellada como se pretende. En Alemania hay más de 300 universidades y centros de educación superior. Estados Unidos tiene unas 4.000 universidades (solo en Pensilvania hay más de 100) y unos 300 millones de habitantes, lo que da una media de una universidad por cada 75.000 habitantes. Dado que España tiene 46 millones de habitantes, la proporción es aproximadamente de una por cada 600.000. Desde el año 1999 no se han creado universidades públicas presenciales en España. En cambio se han creado varias privadas, algunas de las cuales han sido un fracaso económico. Contrariamente a lo que se dice, entre los países de la OCDE hay bastantes con mayor porcentaje de jóvenes que acceden a la educación universitaria que en España.
La afirmación (3) es sencillamente falsa. Como recordaba la Conferencia de Rectores hace unos días, en España el 79% de los alumnos que inician los estudios universitarios terminan con un título, mientras que la media en la OCDE es sólo del 70%. El índice de desempleo juvenil entre los licenciados sigue siendo bastante más bajo que entre los no-licenciados. De todos los desempleados habidos en 2010 sólo el 10'6% tenían estudios universitarios. Tener un título universitario ayuda a encontrar empleo. El gasto por alumno en España es además menor que en los países de nuestro entorno, con la excepción de Italia y Portugal.
Pero la universidad española no se merece los calificativos que está recibiendo por una razón aún más simple: hay que poner en su haber los servicios prestados durante estos años. Los que intentan desprestigiar todo eso lo hacen de forma interesada e injusta. Desconocen además lo que es hoy nuestra universidad en el contexto internacional. Así que si van a recortar, al menos no empujen.