Empeora el estado de salud de Mubarak
EL CAIRO. Actualizado: GuardarLa cárcel no ha sentado nada bien a Hosni Mubarak. La salud del expresidente ha empeorado drásticamente desde que pisó por primera vez la prisión de Tora el pasado sábado después de ser condenado a cadena perpetua. Las autoridades médicas del presidio tuvieron que administrarle oxígeno ayer hasta en cinco ocasiones, y consideran incluso volver a trasladarlo al lujoso hospital militar en el que ha descansado desde que se ordenó su detención en abril de 2011.
Las recaídas del dictador en los momentos claves del proceso contra él -sufrió un ataque el día que fue detenido y otro al ser condenado- levantan las suspicacias de muchos egipcios, que consideran que el anciano exmandatario intenta evitar a toda costa enfrentarse a su destino.
La agencia oficial MENA explicó ayer que la salud del expresidente, de 84 años, sufrió un bajón tras recibir la visita de su esposa Suzanne y sus nueras Heidi y Jadiya el pasado martes. Al parecer, Suzanne no pudo soportar ver a su marido vestido con el pijama azul de los presidiarios y rompió a llorar. Mubarak ha recaído desde entonces en una profunda depresión -algo que viene padeciendo durante todo el proceso-, además de un deterioro neurológico grave y un "shock" psicológico. "Todo Egipto me ha vendido a pesar de mis logros, y todos quieren ahora mi muerte", dijo un Mubarak venido abajo a su mujer, según relata la prensa local.
Al parecer, las autoridades de Tora han permitido trasladar al mismo ala hospitalaria en la que se encuentra ingresado Mubarak a su hijo Gamal, encarcelado también a la espera de juicio. Sin embargo, habrían rechazado la petición del expresidente de que sean sus propios médicos los que supervisen su condición.
Mubarak no es el primer preso deprimido de Egipto, ni el único enfermo en un país donde se cometen a diario violaciones de los derechos humanos en cárceles y comisarías. Sin ir más lejos, el político Ayman Nur, que osó retar a Mubarak en las presidenciales de 2005 -hecho que le costó la cárcel-, pasó tres años en Tora a pesar de su diabetes y otras dolencias médicas, que se agravaron en la cárcel.
Hasta ser trasladado a Tora, Mubarak estaba ingresado en un hospital militar a las afueras de El Cairo. Según algunos medios egipcios, el antiguo "rais" ocupaba en este sanatorio una suite de 500 metros cuadrados con piscina y gimnasio.