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«Los insurgentes tienen total impunidad para matar»
El Observatorio Para las Víctimas de la Violencia y el Terrorismo de Damasco investiga sobre el terreno las muertes y choques entre el Ejército y los rebeldes
ENVIADO ESPECIAL A DAMASCO Actualizado: GuardarDamasco también cuenta con su Observatorio Para las Víctimas de la Violencia y el Terrorismo, la respuesta nacional al Observatorio Sirio de Derechos Humanos, con sede en Londres, el órgano de los grupos opositores para informar sobre las muertes y choques que se producen a lo largo del país desde hace quince meses y cuyos informes publica a diario la prensa occidental. Quince personas de distintos ámbitos secundaron la idea de Anas Al Jazayri, empresario de 51 años especializado en la venta de chocolate, y comenzaron a investigar sobre el terreno los choques armados. En sus ocho meses de existencia han sido la única organización siria que se ha atrevido a condenar el exceso de violencia empleado por las fuerzas de seguridad del régimen y reunieron pruebas para acusar a agentes del orden de “abrir fuego con total impunidad contra manifestantes desarmado”, señala Anas, que recuerda que “desde el comienzo también denunciamos la presencia de francotiradores que atacaban a ambos bandos”.
No tienen oficina, ni cuentan con ningún tipo de ayuda pública. Se juntan cuando pueden en la casa de alguno de los miembros del grupo y elaboran comunicados “aunque a nadie parecen interesarle, nadie habla de nosotros, solo interesa lo que digan desde Londres aunque en muchos casos se ha demostrado que es basura”, según Anas. Durante la misión de la Liga Árabe acompañaron a los observadores en muchas de sus salidas y estos días hacen lo propio con los cascos azules de la ONU. “Pasamos largo tiempo en Homs. Cada noche veíamos en la televisión hablar de manifestaciones y muerte de decenas de vecinos por disparos del Ejército, pero cuando intentábamos hacer listas con nombres y apellidos los números no eran tan altos y en muchos casos eran milicianos del Ejército Libre Sirio, gente que estaba combatiendo”, matiza Anas que sintió una gran frustración cuando los observadores árabes terminaron su trabajo y el organismo “ni siquiera colgó el informe final en la web”.
El balance de bajas del Observatorio Para las Víctimas de la Violencia y el Terrorismo eleva la cifra de bajas en la crisis de siria a 14.000, de ellas al menos 6.000 miembros de las fuerzas de seguridad. Según Anas la insurgencia está dividida en “puros criminales que están sacando partido del caos y extremistas religiosos, los primeros tienen el control en las calles de sus zonas y los segundos son quienes hacen de interlocutores con nosotros y con los observadores. Una extraña combinación, la verdad”. Su nombre figura ahora en una lista negra elaborada por los opositores que le acusan de “colaborador del régimen” y la violencia ha tocado a su puerta en forma de secuestro. Tres primos suyos de Idlib, al norte del país, han sido secuestrados y dos de ellos posteriormente liberados tras el pago de 600.000 libras sirias y cinco subfusiles AK47. Del tercero siguen sin tener noticias. “Tenemos un problema de comunicación grave porque Occidente ha apostado por el bando enemigo del régimen de forma ciega, sin saber quiénes son si quiera. El Gobierno no es inocente y hay hombres que han matado civiles, pero parece que los insurgentes tienen total impunidad para hacer lo mismo y contra ellos nadie dice nada, solo nosotros”, lamenta Anas.