Guerra de cifras para el rescate de la banca española
El PP europeo lo cifra en 100.000 millones, mientras el FMI calcula que serán necesarios entre 40.000 y 80.000
MADRIDActualizado:A la espera de conocer los datos oficiales del informe del Fondo Monetario Internacional (FMI) -que se presenta el lunes- y el resultado de la auditoría elaborada por las consultoras Oliver Wyman y Roland Berger, la guerra de cifras sobre la cantidad necesaria para sanear los bancos españoles continúa. El secretario general del Partido Popular Europeo (PPE), Antonio López-Istúriz, cifraba entre 80.000 y 100.000 millones de euros la cantidad que necesitaría la banca española del fondo de rescate europeo para recapitalizarse, en el caso de que el Gobierno decidiera finalmente recurrir a dicha opción.
"Las cifras normalmente entran dentro de lo que este fondo es capaz de aceptar. Este fondo tienen 240.000 millones y las cifras que se están manejando están en torno a los 80.000 o 100.000 millones o menos, dependiendo de los informes", declaraba esta mañana López-Istúriz. El portavoz de los populares europeos ha insistido en que acudir al fondo de rescate europeo es una cuestión que aún se está debatiendo y que será el Gobierno español "soberano y elegido" el que tome la decisión pero, ha asegurado que, de pedirse finalmente las ayudas, Bruselas sólo exigirá condiciones a la banca y nunca al Gobierno, ya que no se trataría ni de un "rescate" ni de una "intervención", sino sólo de "una ayuda".
Horas después, se conocía que el informe del FMI -que será anunciado el lunes-, calcula entre 40.000 y 80.000 millones de euros el total necesario para sanear los bancos españoles. Según fuentes próximas al informe, citado por el diario ABC, el FMI se movería en dos escenarios. El primero de ellos tiene en cuenta la situación actual y prevé que hacen falta 40.000 millones de euros destinados a un grupo de diez bancos, entre ellos Bankia, tercera entidad por activos que el Estado español pretende sanear con una ayuda histórica de más de 23.000 millones de euros. El segundo escenario apunta a una situación mucho más tensa, en caso de una fuerte recesión, que plantearía la necesidad de 80.000 millones de euros para salvar al sistema financiero español, algo que las fuentes del diario consideran "irreales".
También la agencia de calificación Standard & Poor's difundió un informe en el que estima que el sector necesitará entre 80.000 y 112.000 millones para cubrir las pérdidas de su actividad crediticia entre 2012 y 2013. Ante la sucesión de especulaciones, la Comisión Europea ha asegurado que las cifras publicadas hasta el momento son "disparatadas" y ha pedido prudencia a la espera de conocer la evaluación detallada de las "fragilidades" del sector que ha encargado el Gobierno. "Las cifras, en algunos casos disparatadas, que hemos visto en la prensa internacional demuestran la importancia de tener primero un diagnóstico claro", ha declarado el portavoz comunitario de Asuntos Económicos, Amadeu Altafaj, para insistir en que "no es serio especular con cifras que tienen márgenes de error de 40.000 millones de euros".
La decisión, en dos semanas
Según declaró el ministro de Economía, Luis de Guindos, ante el Parlamento europeo, Madrid tomará una decisión en dos semanas sobre la recapitalización de sus bancos y por ende sobre una eventual solicitud de ayuda internacional. Para ello contará con el informe del FMI y la auditoría de los consultores privados, Roland Berger y Oliver Wyman, sobre las necesidades para sanear los bancos. Los analistas calculan una factura que oscila entre los 60.000 y 200.000 millones de euros, pero el ministro español aseguró el martes que la cifra no será "muy elevada".
Desde la solicitud de ayuda pública histórica formulada por Bankia, España se encuentra en el centro de las inquietudes de los mercados, ya que los inversores temen que no pueda asumir por sí sola las obligaciones financieras y que deba solicitar ayuda externa. Sin embargo, desde el Gobierno central se ha rechazado hasta ahora que sea necesario acudir a un rescate como los practicados en Portugal, Irlanda o Grecia.