Protesta contra los recortes en el hospital de San Pedro en Logroño. / O. Solorzano
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Denuncian dificultades para acceder a nuevos fármacos

Pacientes y sociedades médicas exigen que se anteponga la salud a la crisis económica

MADRID Actualizado: Guardar
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Menos dinero, menos recursos. Esa es hoy la realidad a la que se enfrenta el Sistema Nacional de Salud, después de que el Gobierno aprobase un ajuste de 7.000 millones. Una medida que ya está afectando a la salud de los pacientes, pues asociaciones de pacientes alertan de las dificultades que se encuentran para acceder a los nuevos fármacos y tratamientos. «Estamos anteponiendo la crisis económica a la salud», denuncian.

La Fundación de Ciencias del Medicamento y Productos Sanitarios (Fundamed) y la Alianza General de Pacientes (AGP) organizaron conjuntamente este miércoles una mesa redonda para debatir ‘Cómo los recortes sanitarios están afectando a la salud de los pacientes’. Especialistas, asociaciones de pacientes y sociedades médicas están de acuerdo en que la «salud es lo primero y debe estar por encima de los intereses económicos». Sin embargo, la realidad es otra. «Los pacientes detectan que determinados medicamentos, ya aprobados y registrados por las autoridades, no se dispensan», explicó Enrique Sánchez de León, presidente de Fundamed. Es más, existen medicamentos que se están dando en unas comunidades autónomas y en otras no. Con esta situación, denunció Sánchez de León, se han creado «17 sistemas nacionales de salud con la capacidad de romper la equidad y la solidaridad que se presupone que tiene que tener el sistema».

Esta fue una de las conclusiones que se extrajo durante este encuentro entre especialistas, profesionales y asociaciones de pacientes de anticoagulantes, hepatitis C y cáncer de próstata. Los representantes de estos tres ámbitos coinciden en subrayar la necesidad de apostar por los nuevos tratamientos para avanzar en la lucha contra la enfermedad, además de que ello contribuirá a reducir costes. Según la Asociación Catalana de Enfermos de Hepatitis C, entre 2005 y 2009, se produjeron 30.000 muertes derivadas de esta dolencia, con un coste para el Estado de 527 millones. «Hoy en día, y gracias a los últimos avances e innovaciones, se puede curar la enfermedad y evitar la muerte», explicó su presidenta Carmen Varela. En este sentido subrayó que «hay tratamientos aprobados por el Ministerio de Sanidad que se están denegando o demorando por falta de dinero».

Una situación similar está sucediendo con los pacientes anticoagulados. Cerca de un millón de personas padecen esta enfermedad y la mayoría bajo el tratamiento del sintrón. «Es un tratamiento con muchas limitaciones: necesidad de controles, impacto social y condiciona la vida del paciente», explica Luciano Arochena, presidente de la Federación Española de Asociaciones de Anticoagulados. En este sentido reclama que se fomente la nueva generación de fármacos, mucho más segura y efectiva. Sin embargo, solo el 4% de los enfermos recibe los avances.

También con las innovaciones médicas se ha logrado frenar la propagación del cáncer de próstata hasta en un 60% de los casos. «Es importante apostar por introducir los nuevos tratamientos», afirmó Carlos Hernández, jefe del Servicio de Urología del hospital Gregorio Marañón, pues esta enfermedad es la segunda causa de muerte en el mundo occidental, y en Europa se detectan anualmente unos 346.000 nuevos casos. El doctor Hernández señaló también la falta de coordinación, como uno de los principales agujeros del sistema sanitario. Según este especialista, gestionar mejor el trabajo en equipo -entre la administración, las asociaciones científicas y las asociaciones de pacientes- ayudaría a encontrar las alternativas más eficaces.

Pacientes y profesionales de la medicina exigen a las autoridades competentes que se midan las consecuencias a largo plazo antes de tomar medidas que afecten de manera irreversible en el enfermo. Decisiones, que según Sánchez de León, «deberían realizarse en términos de eficiencia y no solamente mirando el gasto que suponen».