Cortinas de humo: el IBI y la Iglesia
SECRETARIO PROVINCIAL DEL PARTIDO ANDALUCISTAActualizado:Es curioso que hasta la demagogia se ha empobrecido en la actualidad. Antes se utilizaba con cierto sentido, ahora se utiliza en política cuando faltan argumentos o ideas para aportar a la sociedad, son meras cortina de humo.
Un ejemplo palmario de este tipo de demagogia es Rubalcaba, que al fin de su singladura pública, habiendo sido ministro, tanto con Felipe González como con José Luis Rodríguez Zapatero, ahora descubre que la Iglesia Católica tiene ciertas excepciones en la aplicación del IBI, no siendo por cierto la única entidad, y monta una campaña de mociones en ayuntamientos, además vendiéndola como una idea brillante, como cortina de humo.
Es una manera de inducir que en la crisis tienen su parte de culpa la Iglesia, la cual podrá tener culpabilidades de cosas pero de esto en absoluto. Pero, claro está, esto en España tiene su morbo, pues aquí entre clericales y anticlericales la sociedad está muy repartida y va a llenar muchas tertulias.
Ante las medidas desastrosas del PP de Rajoy para actuar frente a la crisis, contrarias a su programa electoral, el PSOE se encuentra que no tiene alternativa que oponer, no tiene medidas que sacar que no sean parecidas a las que fracasaron con el anterior gobierno o las que se están planteado por el PP. Si estuvieran en otras claves, sobre todo si se supone que es un partido de izquierda, como dicen en el PSOE en las temporadas electorales: ¿Por qué no proponen que se tomen medidas internacionalmente o a nivel de la Unión Europea para acabar con los paraísos fiscales? O para localizar dónde van los dineros que salen de Grecia o de España. ¿Por qué no piden que se acaben con esas sociedades que son un chollo fiscal para los ricos (SICAV) dados sus grandes beneficios y excepciones? ¿Por qué no propuso cuando gobernaba, ni lo hace ahora, un mayor esfuerzo contra el fraude fiscal de las grandes fortunas, dado que según el cálculo que se hace públicamente supone una posible defraudación anual de unos 80 o 90 mil millones de euros en todo el Estado español?
Está claro que PP y PSOE plantean desde el punto de vista económico un mismo sistema con diferencias simplemente de planteamientos o de rigurosidad.
Pero sigamos con el IBI, el mayor ingreso de los ayuntamientos, unos ayuntamientos a los que la Constitución Española de 1978 reconocía en su Artículo 142, la autonomía económica: «Las Haciendas locales deberán disponer de los medios suficientes para el desempeño de las funciones que la Ley atribuye a las Corporaciones respectivas y se nutrirán fundamentalmente de tributos propios y de participación en los del Estado y de las Comunidades Autónomas". Pero esta premisa constitucional no ha sido real, dado que mientras que los Ayuntamientos crecían en competencias, sin embargo, no crecían en la misma proporción en los ingresos del Estado, siendo una reivindicación de los alcaldes de todos los colores en la FAMP y FEMP un nuevo pacto local, donde los ayuntamientos tuvieran una suficiencia financiera como existe en los Estados que constituyeron la Unión Europea, no convirtiendo a los alcaldes en peregrinos de Diputaciones Provinciales, Junta de Andalucía o Gobierno Central para realizar cualquier proyecto, como lo es ahora. Por tanto, éste es el panorama: no es que el IBI no pagado por la Iglesia haya hundido a los ayuntamientos, sino la falta de solidaridad constitucional del Gobierno Central, tanto con gobiernos de uno u otro, PSOE y PP, y en menor medida por la Junta de Andalucía. Esto explica la situación de los ayuntamientos. Caso aparte serían aquellos donde ha habido una mala gestión.
Esto no supone que no se verifique el cumplimiento por parte de la Iglesia Católica, como cualquier otra entidad religiosa o de otro tipo, las excepciones que tengan. Creo que es lógico que los templos de culto no paguen y las propiedades directamente relacionadas con ello, y que sí lo hagan otros bienes no directamente relacionados. De hecho, así se hace en algunos municipios sin necesidad de aspavientos, pues la separación Iglesia - Estado es un principio compartido creo entender por creyentes y no creyentes en su inmensa mayoría.
Lo que no es justo, es que en estos momentos tan difíciles, donde el colchón para la crisis que han supuesto instituciones de la Iglesia Católica, no sólo ella, empezando por los comedores, se pretenda empañar con esta demagogia.
Esta cortina de humo, sirve para tapar cómo están subiendo los impuestos, el IBI también, y que acabará con la subida del IVA, para que la crisis la paguen los que menos culpa tienen, los ciudadanos y ciudadanas de a pie, mientras que el mundo financiero se va de rositas, bancos y cajas, pero con jubilaciones de millones de euros para sus directivos, mientras que los partidos que han gobernado en Madrid, PP y PSOE, miran para otro lado, eludiendo sus responsabilidades pues es en la gestión de estos dos partidos políticos donde el mundo financiero ha hecho lo que le ha dado la gana. Hay que preguntar ¿Qué hacia el Ministerio de Hacienda o el Banco de España en este tiempo?, ¿Qué hacían PP y PSOE cuando las entidades financieras deban créditos sin suficientes garantías, cuando se acumulaban riesgos en las entidades, cuando parece ser que la realidad contable no era la real, cuando pasó lo de Fórum Filatélico, o casos como Nueva Rumasa, las aportaciones preferenciales y tantos y tantos 'productos tóxicos', como se denomina ahora a cosas que antes se denominaban más simplemente y compresiblemente estafas o robos?
La usura era condenada por la Iglesia. Hoy las leyes protegen a usureros y especuladores. Ésta es la reivindicación de quién concibe otro tipo de sociedad. Está claro que ni PP ni PSOE, van por este camino. El ejemplo de por dónde van son los presidentes Aznar y González que están en consejos de administración de grandes empresas de energía cobrando buenas asignaciones y dietas además de la jubilación por ser presidentes.