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El BCE no consigue frenar al Ibex

El selectivo se sitúa en los 6.453 puntos, con Santander y BBVA revalorizándose más de un 3%

CRISTINA VALLEJO
MADRIDActualizado:

Tres sesiones consecutivas de avances en el selectivo español. El indicador ha sumado un 2,41%, para dar un último cambio en los 6.418,90 puntos. Y la semana pasada estuvo a punto de perder los 6.000. La prima de riesgo, por su parte, acumula casi una semana de mejora: marcaba máximos el miércoles, 30 de mayo, cerca de los 540 puntos básicos, y ayer terminaba en los 495 puntos básicos. Bien es verdad que la rentabilidad del bono español a diez años cayó desde el 6,30% hasta el 6,28%. Una mejora mínima, en realidad. La reducción de la prima de riesgo vino de la mano del incremento de la rentabilidad del bono alemán desde el 1,20% hasta el 1,33%. Pero la deuda española se comportó mejor que la italiana. La rentabilidad del bono italiano subió desde el 5,64% hasta el 5,66%, lo que implicó que la prima de riesgo bajara diez puntos básicos, desde los 443 hasta los 433 puntos.

Pero durante la sesión asistimos a varios altibajos. Y todo por la cita más importante que tuvimos en los mercados: la reunión ordinaria de política monetaria del Banco Central Europeo y la posterior comparecencia de su presidente, Mario Draghi. El BCE mantuvo los tipos de interés en el 1%, aunque, como reconoció Draghi, alguno de sus miembros se mostró partidario de una rebaja.

El selectivo español emprendió una carrera alcista a partir de las diez de la mañana, para tocar máximos de la jornada en los 6.465,20 puntos pasado el mediodía. Posiblemente, ayudó a las subidas el éxito de la colocación de la deuda portuguesa. O la esperanza en una actuación contundente del Banco Central Europeo. Pero, precisamente, como consecuencia de las primeras palabras de su presidente, Mario Draghi, el indicador aflojó hasta marcar mínimos en los 6.300 puntos. Pero volvió a recuperar terreno. Hubo unas cosas que gustaron y otras que no. Entre las que gustaron, que se abriera la puerta a una futura bajada del precio del dinero si la situación empeorara, aunque poniendo de manifiesto que una medida de ésas no soluciona el problema. También gustó que se alargaran las subastas de liquidez a tres meses, aunque adelantara que no habrá más inyecciones a tres años. Pero se guardó una bala en la recámara: ahí están ese tipo de operaciones, se pueden utilizar, al igual que las compras de bonos. De hecho, la expresión que más gustó de su discurso fue que sigue vigilando la evolución económica y que está listo para actuar ante la situación económica de la zona euro, que se enfrenta a importantes riesgos. Y, respecto a España, recomendó realismo a la hora de analizar las necesidades de capital del sector y con la capacidad que tiene el Estado de asumirlas. En este sentido, el mercado lo que está "comprando" es un rescate parcial a España, a su sistema financiero, que llevaría consigo una condicionalidad limitada.

Los inversores se quedaron con lo bueno de Draghi

A tenor del curso que tomaron los índices, parece que los inversores se quedaron con lo mejor del discurso, esto es, el aviso de que actuará en caso de que la situación empeore. Aunque, de momento, la tensión no es como la que se vivió en noviembre o diciembre, y está muy lejos a la que se vivió en los tiempos de la caída de Lehman Brothers.

Un comportamiento muy similar al Ibex registró la prima de riesgo española: comenzó la sesión rondando los 508 puntos básicos, cayó hasta los 500 puntos básicos a partir de las diez de la mañana, repuntó de nuevo hasta los 510 puntos coincidiendo con el inicio de la comparecencia de Draghi, para terminar la sesión por debajo de los 500 puntos básicos.

Además, la especulación respecto a la puesta en marcha de más estímulos monetarios fue lo que animó también a Wall Street, que registraba la mayor subida del año, por lo que tampoco hay que minusvalorar el "efecto contagio" que pudo ejercer la Bolsa de Nueva York sobre las europeas. El presidente de la Fed de Atlanta, Dennis Lockhart, afirmó que está encima de la mesa la posible extensión de la "operación twist", que consiste en el alargamiento de la duración de la deuda que la Fed tiene en su balance, más allá de este mes, que es cuando vence. El Libro Beige de la Fed, que se publicaría tras el cierre de la sesión europea, daría muchas pistas al respecto.

El euro, por su parte, reaccionó al alza sin descanso desde que Draghi comenzó a hablar a los mercados: la moneda única comunitaria cerraba la sesión cambiándose por 1,2561 unidades, por encima del nivel de 1,244 unidades en que comenzaba la jornada. Y el precio de las materias primas recuperó terreno. El barril de Brent, de referencia en Europa, recuperó el nivel de los 100 dólares, mientras que el barril de West Texas se cambiaba por 85,69 dólares al cierre de la sesión europea. Y, mientras, el oro siguió escalando por encima del nivel de los 1.600 dólares.

La agenda económica da pábulo a la fe en los estímulos

Al margen de la cita con el Banco Central europeo, la agenda económica europea venía bastante cargada: se conocieron las cifras de producción industrial de España, que decreció un 8,3% en abril, más del 6,5% previsto, mientras que el PIB de la zona euro correspondiente al primer trimestre se mantuvo en el 0%. En Alemania, la producción industrial se hundió un 2,2%, más del 1% previsto en abril, en comparación con el mes anterior. En comparativa interanual, el descenso es de un 0,7%, cuando los analistas esperaban un crecimiento del 0,9%.

En Estados Unidos, datos flojos también: la productividad no agrícola retrocedió un 0,9% en el primer trimestre, cuando los analistas esperaban un recorte del 0,8%. Y los costes laborales unitarios subieron un 1,3%, menos del 2,1% previsto. Pero estos datos tan flojos alimentan el pronóstico de más estímulos monetarios en el futuro. Por eso, el Ibex-35 subió un 2,41% y otros índices incluso más, como el Ftse Mib de Milán, que ganó un 3,50%, o el Cac 40 francés, que se apuntó un 2,42%. El Ftse 100 británico, en su vuelta a la actividad tras las minivacaciones de celebración del jubileo de Isabel II, subió un 2,36%. El peor índice fue el PSI-20 de Lisboa, que ganó un punto porcenual. El Dax alemán, por su parte, se apuntó un 2,09%.

¿Se están pasando de optimismo los inversores? Posiblemente, no, porque no está entrando dinero en el mercado, sólo se están cerrando cortos ante la posibilidad de que el peor escenario de los posibles no se cumpla porque los bancos centrales y los políticos europeos lo eviten. Está en juego la caída de España y es muy probable que se evite. En este sentido, hoy tendremos una cita muy importante, con la emisión de deuda española a largo plazo.

Cuatro valores del Ibex en negativo

En el selectivo español, sólo cuatro valores terminaron la sesión en negativo: Bankinter fue el peor, con un recorte del 2,96%. A continuación, Gamesa, que retrocedió un 2,81%. FCC, por su parte, cayó un 0,86%, mientras que IAG perdió un 0,45%. En el otro lado de la tabla, el mejor valor de la sesión fue OHL, con una revalorización del 6,20%. A continuación, Abengoa, con una revalorzación del 5,26%. ACS y Red Eléctrica, por su parte, avanzaron más de un 4%.

Entre los valores financieros los mejores fueron BME y Caixabank, que ganaron un 3,48% y un 3,41%, respectivamente. BBVA también ganó más de un 3%. Entre los grandes, también triunfó Telefónica, que ganó un 3,22%, además de Iberdrola, que se apuntó un 2,99% o Santander, que subió un 2,62%. Repsol, por su parte, ganó un 1,48%.