«No me apetecía escribir otro guion a la espera de financiación»
El escritor presenta su primera novela, 'Todas las chicas besan con los ojos cerrados'
BARCELONAActualizado:'Beautiful Girls' y 'Alta Fidelidad' son las referencias creativas principales de Enric Pardo para su primera novela, 'Todas las chicas besan con los ojos cerrados'. Pero no solo eso. 'Star Wars', el Raval, el mundo más friki, las 'converse' y todos los iconos de varias generaciones conviven en una novela de personajes y situaciones. Ayer por la tarde Enric Pardo presentó su novela en FNAC El Triangle, apadrinado por Juanjo Saez y Berto Romero.
-Esta novela cambió de título. En origen se llamaba de otra manera.
Sí. El título de la novela cambió. El libro se llamaba 'Clarise', en principio, pero tanto a Mónica Carmona, que es mi editora, como a mí, nos pareció que, aunque era un buen título, no tenía suficiente gancho. Los títulos tienen que explicar claramente el tono de la obra y 'Todas la chicas besan con los ojos' cerrados resultaba muy elocuente. Para mí decir esto es como decir que todas las chicas tienen algo que hace que valga la pena.
-¿Cómo se decide alguien que vive principalmente del mundo cinematográfico y televisivo a escribir una novela?
Decido escribir la novela después de haber escrito un guion de cine que es lo que realmente me ayudó a encontrar trabajo aunque luego no se pudo financiar y convertir en película. Es algo que sucede habitualmente en el mundo del cine. Hay un montón reproyectos que se desarrollan y luego no se pueden pagar. Aquel guión me sirvió para empezar a trabajar en 'El aire'. Una serie de ficción de Canal 9 y luego fui concatenando un trabajo tras otro gracias al guión del largo. La vida profesional me ha llevado a trabajar en guiones de encargo. Ahora mismo estoy desarrollando guiones para series, largos y programas, pero siempre tenía la sensación de hacer 'trabajos de encargo' y necesitaba escribir algo para mí, que tuviera que ver las cosas, con mi punto de vista sobre el mundo o las relaciones sentimentales que es lo que más o menos conozco y me gustan. Decidí que tenía que escribir algo y no me apetecía escribir otro guión de largo a la espera de financiación. Guardaba en una carpeta de proyectos abandonados el comienzo de esta novela y pensé que podía valer la pena. Escribí unas 50 páginas, se las pasé a un amigo que trabaja en una editorial y me dijo que estaba de bastante bien y me aconsejó que no parase. "Ahora me has dejado a medias y quiero saber que pasa con Alex y con Natalia", me comentó. Me dio esa fuerza necesaria como para creer que realmente estaba haciendo algo que merecía la pena. Me tiré a la piscina y a Mondadori le gustó así que, aquí estamos, con la primera novela.
-Eso sí, es muy cinematográfica, pese a todo.
Yo diría que es muy visual. Tiene un engranaje dramatúrgico de guion muy trabajado. Es algo que en inicio estaba mucho más enfocado al guión y tener que novelarlo ha ido rompiendo con ese esquema, empieza a respirar y ahora está mucho más libre. Ahora bien, me he traído mucho del lenguaje del cine a la literatura. Sabía muy claro hacia donde iba y eso me permitía utilizar diferentes recursos, hacer muchos flashforward o dejar esos finales de capítulo avanzando cosas de lo que va a suceder a continuación.
En un principio tenía la sensación de que era una película, pero la forma en la que está escrita la novela exigiría para hacer la película reescribir muchas cosas, pero sí que es cierto que es muy cinematográfica porque, por ejemplo, no ofrezco descripciones al lector, es muy visual y el espectador proyecta las imágenes. Es muy dialogada y al estar constantemente sucediendo cosas, hace que sea muy cinematográfica.
-¿Es autobiográfica?
Yo tengo la sensación de que no es autobiográfica. Pero todo el mundo me dice "Enric, eres tú". Pero Alex, el protagonista, es mucho más alto, mucho más guapo y tiene mucho más pelo que yo. También es mucho más inseguro e inmaduro. Yo ya sé cuales son mis problemas y mis conflictos y estoy intentando solucionarlo. Alex pasa por problemas que, de alguna manera, yo ya he superado. Sí que es cierto que hablo de cosas que conozco. En los últimos años me he pasado el tiempo diciéndole a mis alumnos que para que sus historias rezumen verdad tienen que hablar en primera persona de cosas, situaciones o analogías que les hayan sucedido de verdad, así que yo no iba a saltarme la primera norma. Además, hay que hablar de cosas que te interesan personalmente. No es autobiográfica, pero sí que es cierto que toma escenas de cuanto me rodea”
-¿Cómo surge la idea de crear a empresa Clarise, al estilo Meetic, pero mucho más profesional, más tecnológica, personal…?
Clarise es la empresa perfecta. El referente que me dio Berto, lo clavó. "Esto me recuerda a la empresa de The Game", me dijo y sí es cierto. Se trata de una empresa moderna muy avanzada que utiliza avanzados métodos tecnológicos para poder saber que es lo que quieres aunque tú no sepas que lo quieres. Yo, y mucha gente que conozco, hemos ligado a través de páginas de Internet, por lo que no resulta en absoluto extraño. Fíjate que tú y yo nos conocemos a través de Twitter antes que en persona. Es muy difícil que el alter ego en las redes sociales te guste y no te guste en la realidad. También es cierto que yo he partido con ventaja a la hora de ligar por Internet porque soy guionista y te permite algo de margen para pensar en una respuesta muy ingeniosa y divertida. Soy más ingenioso por Internet que en persona. En la realidad soy mucho más retraído y aburrido.
-En la novela se citan muchos estereotipos de mujer en particular, de personas en general ¿Cómo surge la creación de los personajes?
No elijo los personajes pensando en hacer un retrato generacional, sino que cada vez busco un personaje, sobre todo una mujer, distinta. Con Natalia tengo la mujer ideal y perfecta con la que metes la pata. Con Alicia tengo a la Lolita, la tentación, lo incorrecto. Con Olga lo de que esté en una situación de desventaja laboral no es casual porque pensé que la crisis tenía que aparecer de alguna manera. Estamos padeciendo la crisis en Barcelona mucho más de lo que se deja ver, como si estuviésemos disimulando. También tenía muy claro que quería que fuera esa persona que tiene el reloj biológico exageradamente presente. Es algo que me ha sucedido y que le puede pasar a hombres y mujeres. Keiko es la fantasía exótica que te ofrece la posibilidad de romper con todo, de reinventarse, de ser otra persona distinta a la que eres. Y sí, el hecho de que Alex tenga que trasladarse a Japón puede recordar a 'Lost in traslation' porque uno roba sin querer. Es como cuando Berto me dijo "se parece a 'The Game'", pensé: Hostia, es verdad. Los flashforward me recuerdan al último capítulo de 'A dos metros bajo tierra' y hasta pasado un tiempo no me dí cuenta. Soy consumidor de literatura, películas y cine, y por eso me empapo sin querer de unas fuentes y de otras.
-Y el eterno dilema chico busca chica, pero todavía no.
Tienes que cumplir ciertas fantasías antes de poder sentar la cabeza. Es decir, vosotras tenéis un reloj biológico real, el nuestro es más psico-emocional. Una vez que te rompen el corazón, ese trauma te duele para siempre y a medida que pasa el tiempo, vamos poniendo más barreras, más defensas y esas barreras hacen que no podamos disfrutar como niños de toda una relación. Cuando consigues por fin volver a crea todas las defensas, esa madurez hace que por fin eso no quieras perderlo. Es decir, lo que consigues se consigue solo con la edad, con el paso del tiempo.
Ya, pero, ¿tiene que ser con esta edad concreta? Estamos hablando siempre en la novela de un periodo que comprende entre los treinta y los cuarenta.
Yo hablo más en realidad de las edades comprendidas entre los 25 y los cuarenta. Las connotaciones asociadas a una edad cada vez son más difusas. Hay gente que lo posterga mucho, y chavales que son muy rápidos y enseguida lo entiende. Es paternidad versus promiscuidad. También aparece en la novela un personaje que no es exactamente pareja, ni amiga, es lo que se conoce como una "folla-amiga" o una amiga con la que se acuesta, porque hay matices… Sí, Sandra. Siempre está ahí porque es una amiga
-Más como lectora que como periodista, me da la sensación de que este personaje está desaprovechado.
Sí, es posible que este personaje merezca más de lo que tiene en la novela… Igual escribo algo de Sandra en el futuro… Es un personaje muy claro, muy decidido. Está ahí solo a cambio de sexo. Cuando Alex necesita algo, acude a Sandra. Con ella no tengo flashforward, porque Sandra siempre estará ahí.
-En la novela, al respecto de los gustos personales, señalas los hombres a los que les gustan las tetas y los hombres a los que les gustan los culos. El protagonista es más de tetas. Cuando lo lean tus alumnos, ¿qué van a pensar de esto?
Hay alumnos que ya lo han leído y ya lo reconocen. Me dicen que es una novela muy "Pardo". Tengo alumnos cero que son los más jóvenes, los más pequeños que se encuentran de repente con que tienen que hacer auto evaluación y terapia para encontrarse frente al mundo. El primer ejercicio que hacen es un clímax. Les planteo tres clímax de tres películas y les pido que busquen un clímax de su propia vida y lo describan. Normalmente vienen con cosas que les ha pasado que son o bien muy fuertes, o muy divertidas, pero, de cualquier manera, emocionalmente les toca mucho. Hay sexuales, emocionales, vienen todos muy nerviosos y se tiran mucho a la piscina. Les hago muchas bromas y analogías de este estilo y así pierden la vergüenza y el miedo y ya saben todo lo que tienen que saber de mí, así que no me preocupa lo que piensen al leer la novela”.
-Tal y como hablas de tus alumnos, tienes más que ver con el personaje de Natalia.
Sí. Yo también creo que le he dado a Natalia muchas más cosas mías que a Alex. Es profesora, ama el cine, tienen una moto como yo. Bueno, la moto de Natalia es mucho mejor que la mía.
-Planteas a Alex, tu personaje, momentos de clímax, y bajadas estrepitosas. Su vida emocional, a ratos, parece una montaña rusa ¿No crees que esto puede despistar al lector?
En el cine y en las series de televisión, sobre todo, los personajes pasan por distintos estados de ánimo, Las películas cada vez menos reflejan la vida, salvo las buenas. Las series reflejan mucho más el discurrir de un periodo vital. Nos encontramos con los personajes, nos encariñamos con ellos y vemos lo que les va pasando. Y creo que la novela debe suceder lo mismo porque la vida está llena de esto porque hay cosas a las que nos aferramos y creemos que nos van a salvar y nos damos una hostia. Y volvemos a empezar y a aferrarnos a otras tantas cosas y vuelve a suceder. Hay cosas que van muy bien y cosas que van muy mal. Cuando Alex se da cuenta de que no buscando fuera, si no buscando dentro, va a poder darse un poco de paz, no va a poder estar bien consigo mismo. Es cuando Alex da el paso para quererse a sí mismo y a los demás…
-Entonces se trata de una suerte de epifanía
Eso es. ¡Epifanía! Ese es el momento del verdadero clímax de la novela.
Chiara y Martín, la pareja de amigos de Alex que son a la vez la voz de su conciencia y el ejemplo a seguir. ¿Son referentes reales? Todos tenemos algún amigo así. Gente que lo tiene claro, que dice, aquí me quedo, esto es lo bueno y luego estamos todos los demás, absolutamente perdidos.
Sí. Yo quería un contraste. Me han dicho que es un retrato generacional. La editorial lo dice, pero yo no he buscado hacer un retrato generacional. Yo quería contar muy bien la historia de Alex y cuando haces eso, puede ser que tenga un eco y acabe explicando un paisaje emocional que es compartido por mucha gente. Sí que necesitaba un personaje que fuera un ancla, como Martín, al que Alex dijese: "Oye, tío, que hay más chicas. ¿Qué estás haciendo solo con Chiara?" y Martín respondiese: "¿Para qué? Yo ya tengo lo que quiero". Este personaje es además lo que más he copiado de la realidad. La relación que tienen ellos dos es la relación que tienen unos amigos míos, Carolina e Ismael. Sin ser ellos, la relación que Alex tiene con Martín es la misma que tengo yo con Ismael, aunque este no se parece en nada a Martín y yo le quiero mucho más Alex quiere mucho a Martín pero lo mira un poco de arriba abajo. Esta es la gracia. Alex lo quiere mucho, pero en realidad es Martín quien mira así al protagonista, porque es el que está perdido. He buscado que no todo el mundo estuviese perdido en la novela porque si no sí que podría haber sido un retrato generacional de gente perdida. Tampoco les doy niños porque si no sí que hubiera sido un cliché.