De la necesidad, virtud: la crisis frena desequilibrios
Una inflación que va a menos, la reducción del déficit exterior y el avance exportador, principales bazas
MADRID.Actualizado:No son datos para echar cohetes, pero junto a los sombríos pronósticos de la evolución del Producto Interior Bruto y de la trayectoria del mercado laboral, aparecen pistas más positivas, que hay que colocar, no obstante, en su adecuado contexto.
La inflación se situó en España el pasado mes de mayo en el 1,9%, ligeramente por debajo del nivel de estabilidad de precios que marca el Banco Central Europeo. Es una cifra por confirmar, y obedece, sobre todo, a la depresión del consumo. Pero si no se produce el impacto de una nueva embestida del petróleo ni el grueso del déficit de la tarifa eléctrica impacta sobre los consumidores -incluidos los industriales-, la corrección de los precios hasta tasas similares o inferiores a las que presenta Alemania es una buena noticia. También se puede considerar positiva la reducción del déficit exterior, que, según el cuadro macroeconómico presentado, podría resultar equivalente al 1% del Producto Interior Bruto este año. Pero una cosa es el déficit -diferencia entre entradas y salidas- y otra la deuda externa acumulada por el sector público a las entidades financieras, que hay que hacer esfuerzos por reducir, máxime a los actuales costes financieros.
Las exportaciones, otra vía de escape de la economía española, han crecido al ritmo acumulado del 10% durante el periodo de crisis 2008-2011 y ya representan el 30% del PIB. Pero corren riesgo de estancarse por la ausencia de crédito y la contracción de algunos mercados de destino. El avance se limitó al 3,2% en el primer trimestre de este año y si se excluyeel efecto precio pasa a presentar un descenso del 0,3%