Maverick Viñales se pasea por Montmeló

Si en el motociclismo influye el factor campo, Maverick Viñales ganó en casa por goleada. El joven piloto del equipo Avintia Blusens, principal candidato al título de Moto3 con solo 17 años, enderezó su rumbo en el campeonato -se había caído en Francia hace quince días- con una victoria tan brillante como contundente en el Gran Premio de Cataluña. 'Mack' tenía la 'pole', pero en las primeras vueltas cedió el mando de la carrera al francés Rossi y al malasio Khairuddin, muy correosos en el inicio.

Les estudió lo justo para confirmar que nadie tenía ritmo para seguirle, y en la tercera vuelta les superó para marcharse. Y ya nadie pudo seguirle. «Aquí es difícil escaparse, porque la recta es muy larga y te cogen el rebufo, pero en cuanto he tenido un segundo de margen ya sabía que la victoria estaba al alcance», explicó al bajarse del podio, donde no pudo abrir la preceptiva botella de cava por ser menor de edad. Viñales llegó a tener 10 segundos de ventaja, y se permitió la licencia de entrar en meta casi parado, con los dos brazos levantados, como un ciclista que llega escapado. «Ganar en casa es fantástico. Es la victoria que me hace más ilusión. Qué mejor que disfrutar de una victoria tras la decepción de Le Mans, sobre todo en este circuito, que no se me da muy bien», celebró el catalán.

Por detrás se vivió un batalla loca, épica y espeluznante entre nada menos que ocho pilotos por la otras dos posiciones de podio. Fue una carrera preciosa, con adelantamientos y roces de carenado en cada curva, y en medio de ese caos se impuso Sandro Cortese, que con el segundo puesto salvó su liderato en la general, con siete puntos de ventaja sobre Viñales. El portugués Miguel Oliveira completó el cajón.