Miles de furiosos manifestantes vuelven a llenar Tahrir por una «injusta» condena
EL CAIRO.Actualizado:Miles de manifestantes egipcios reaccionaron ayer con furia ante el veredicto que ha condenado a Hosni Mubarak y al exministro del Interior Habib el-Adli pero que ha absuelto a todos los demás altos cargos del aparato de seguridad del Estado acusados del asesinato de más de 800 personas durante la revolución. La plaza Tahrir, el lugar donde todo comenzó hace ya más de 16 meses, volvió a convertirse en una gran protesta para exigir la justicia de la que los manifestantes se consideran privados.
«¿Cómo es posible que casi todos se hayan librado de la cárcel? Nunca obtendremos justicia de un régimen que se juzga a sí mismo», señalaba Sabha Barakat, una maestra que acudió a la plaza en cuanto escuchó el veredicto. Los gritos de «ilícito, ilícito» resonaban por todo el ágora.
Es posible que el resultado del juicio tenga consecuencias en las elecciones presidenciales en las que Egipto se encuentra inmerso. Las marchas de manifestantes que se dirigían a Tahrir fueron arrasando con todos los carteles que encontraron a su paso de Ahmed Shafiq, el candidato que en su día se refirió a Mubarak como «un modelo a seguir» y del que muchos temen que, si ganara la Presidencia, pudiera perdonar a su antiguo jefe. El último primer ministro del 'rais' se apresuró a negarlo, y aseguró que el veredicto de condena revela que «nadie está por encima de la ley».
Desde la campaña del otro candidato, el hermano musulmán Mohamed Mursi, la respuesta también fue rápida. «La revolución está en peligro, y vamos a volver a Tahrir para defenderla», aseguró a este periódico Dina Zakaría, una de las fundadoras del partido de la cofradía. Hamdin Sabahi, el aspirante que quedó tercero en la primera vuelta de los comicios también llamó a sus seguidores a tomar las calles del país.
Los más radicales querían ver al antiguo 'rais' ejecutado en la plaza pública. Pero para otros muchos, el problema no radica tanto en la sentencia recibida por Mubarak, sino en la declaración de no culpables de los responsables del Ministerio de Interior. Desde la revolución de la primavera de 2011, prácticamente todos los oficiales y agentes acusados de matar a manifestantes que han llegado a los tribunales han sido absueltos, mientras que los egipcios veían cómo miles de personas han pasado por juicios militares por el simple hecho de protestar en la calle.