Alianza empresarial para sobrevivir
La caída de la construcción de barcos obliga a Navantia a buscar la unidad con otras empresas para diversificar la producción. Renovarse o morir
Actualizado: GuardarLa visita a los astilleros de la Bahía del nuevo presidente de Navantia, José Manuel Revuelta, y del consejero delegado de la compañía, Jaime Rábago, no ha servido para generar la tranquilidad esperada. Al contrario. Ambos ejecutivos han reconocido que no habrá carga de trabajo a corto plazo debido a la caída de la construcción naval. Navantia debe reinventarse como ya hizo hace dos años su área de reparaciones. La anulación por falta de presupuesto del programa de mejora suscrito con la Armada, su principal cliente, obligó a los directivos a buscar alternativas en este campo de trabajo. De esta forma han dado con un filón emergente como es la reparación de grandes cruceros en Cádiz.
Revuelta lanzó ayer dos mensajes tanto a los directivos de los tres astilleros como a su plantilla. Por un lado, su objetivo prioritario no es otro que hacer rentable la empresa cuánto antes y, el segundo, la necesidad de diversificar la producción con alianzas empresariales. Es decir, la construcción naval se presenta muy complicada debido a la competencia que ejercen los astilleros asiáticos. De esta forma, la salida que tiene la compañía es buscar uniones con otras empresas para ofrecer otro tipo de productos. En este terreno juega la construcción de plataforma offshore y el negocio de la energía eólica marina.
La visita de Revuelta a la Bahía ha tenido un marcado carácter protocolario y ha querido mantener de esta forma una primera toma de contacto con directivos y trabajadores. El presidente ha condenado y ha lamentado los actos vandálicos que se produjeron el pasado martes y miércoles con el corte del puente Carranza y el destrozo del carril reversible.
La radiografía de Navantia revela una empresa con serios problemas económicos y sin contratos a la vista. Su alternativa pasa por la búsqueda de socios empresariales.