Uniqlo, la deseada
La firma de moda japonesa no acaba de decidirse a abrir sus primeras tiendas en España
MADRID Actualizado: GuardarRopa única. 'Unique' y 'clothing'. Estas son las dos palabras que forman la marca Uniqlo, la firma de moda más importante de Japón y una de las más poderosas del mundo, con permiso de Zara. Amancio Ortega, el propietario de Inditex, tiene a su homólogo perfecto en Tadashi Yanai, el propietario de esta cadena 'prêt-â-porter' que, poco a poco, se ha hecho dueño y señor del negocio textil asiático. Tal es la simetría que el empresario japonés ha proyectado superar a la firma española en un plazo de diez años.
En Nueva York ya le está presentando batalla, en una carrera de apertura de tiendas que tiene como escenario la Quinta Avenida. En Reino Unido causa sensación con 15 tiendas, expandiendo su popularidad al resto de Europa. Y es que algunos de los vuelos europeos a la capital británica tienen como objetivo complementario la visita a alguna de sus tiendas.
Pero hace unos días, Uniqlo dio el paso más importante para la conquista del viejo continente con el fichaje del tenista Novak Djokovic. El actual número uno mundial ha roto con Sergio Tachini, la marca que lo vestía hasta ahora, para firmar con la empresa nipona. Sin embargo, el estreno de su nuevo estilo en Roland Garros, que se está disputando estos días, decepcionó a los seguidores de la marca, que vieron demasiada sobriedad en el diseño del equipo del tenista y sus complementos.
El conjunto perfecto
Esta es la principal diferencia con respecto a la ropa de Zara. Uniqlo apuesta por un estilo propio que se suele caracterizar por su minimalismo y su especialidad en básicos sencillos pero de alta calidad. Zara, sin embargo, suele estar más ligada a las últimas tendencias y a los estrenos de cada temporada. Eso sí, ambas son 'low cost', pero al contrario que provocar su competitividad, las convierte en las compañeras perfectas, ya que los básicos de Uniqlo 'casan' a la perfección con las prendas a la última de Zara.
A pesar de todas estas coincidencias y lazos en común, la marca nipona no acaba de decidirse por introducirse en el mercado español, sobre todo por la situación económica de nuestro país. A principios de la primavera, representantes de Uniqlo se interesaron por varios locales del centro de Madrid y Barcelona, lo que alertó a los 'fans' de la marca. Sin embargo, el proceso está actualmente paralizado hasta octubre.
Para colmo de males, siendo Japón uno de los países más avanzados en tecnología y comunicación, la empresa textil no ofrece la venta 'online' en su web. Esto solo deja a las seguidoras de Uniqlo la opción de pagar un billete de avión a Londres o Nueva York para comprar una camiseta de diez euros. Y es que estar a la moda cuesta, aunque sea 'low cost'.