Pedro Guerra: «Estén las cosas como estén, no podemos caer en el abatimiento»
El cantautor canario desgrana este viernes en el Gran Teatro Falla las canciones de su último álbum, 'El mono espabilado'
CÁDIZ Actualizado: GuardarEn su nuevo disco habla del Australopithecus Afarensis, de una emperatriz bizantina llamada Teodora, de un asteroide y de viejas canciones. Cuenta y ensalza historias humanas, en una vuelta al sentido de las letras más que a la exploración de ritmos y sonidos. Pedro Guerra (Güimar, Santa Cruz de Tenerife, 1966) va a la raíz de la evolución en 'El mono espabilado', según él y simplemente, «una colección de canciones nuevas». Este viernes el canario regresa al Gran Teatro Falla para presentar este álbum producido por él y promocionado por su propia oficina. Todo un ejemplo de adaptación al medio.
- 'El mono espabilado' es su disco número 13, ¿no será supersticioso?
-No, para nada.
- Valiente sí es, ya que se ha lanzado a la autoproducción y la autopromoción en este trabajo, ¿qué tal?
-En lo que a mí respecta no hay gran diferencia. Yo soy el encargado de toda la parte artística, responsable de la composición del disco, y en eso no ha cambiado nada. Sin embargo, mi oficina sí se ha tenido que cargar de más trabajo. Por lo demás esto es una decisión que tiene que ver con los tiempos que corren, con la industria de la música, los recortes, la crisis... Es lo que tocaba, no sé si es un ejercicio de valentía o no. Los tiempos son malos, la experiencia buena. No nos podemos quejar, tenemos una larga gira.
-Para la composición de este disco se ha remontado a hace 3.000 años, ¿dé dónde le ha surgido ese gusto antropológico y por la evolución de las especies?
-La curiosidad, unas lecturas me llevaron a otras y decidí escribir sobre ellos. Pero son dos canciones nada más, son cosas que se dicen para tener de qué hablar. Un disco es simplemente un conjunto de canciones nuevas. En dos temas hablo de la evolución y las capacidades cerebrales, pero es algo anecdótico. De lo que tratan todas las canciones es del ser humano.
-Hablando de evolución, ¿ha advertido en sus años de carrera un cambio sustancial en el pensamiento y valores de la gente?
-Bueno, no sé, porque mis valores son los mismos aunque el mundo cambie. Es cierto que las nuevas generaciones pueden tener unas ideas distintas, pero las cuestiones sociales, lo que me preocupa, me motiva e impulsa a escribir y a cantar siguen siendo las mismas cosas.
-En este disco comparte temas con Miguel Poveda e Iván Ferreiro, lo suyo sí que es una buena adaptación al medio...
-Más bien de ellos. Yo les invité, ellos aceptaron y han demostrado una enorme capacidad para adaptarse a mi estilo, no yo al de ellos. Es algo muy interesante, la versatilidad y el encuentro entre estilos diferentes es muy bueno para la música.
-Precisamente en el tema que comparte con Ferreiro, 'Aquella vieja canción', lamenta que se haya dejado de escuchar temas clásicos. ¿Está la cultura musical de las nuevas generaciones empobrecida?
-No quiero imponer gustos, ni decir que unos temas sean mejores que otros. Lo que ocurre es que me da pena, nostalgia, pensar que hay canciones maravillosas y hermosas que no se van a transmitir a las futuras generaciones y se perderán. Es una lástima, porque se podrían disfrutar muchísimo más.
-¿Se hacen hoy en día ese tipo de canciones?
-Creo que hay gente que las hace, que hay grandes intérpretes y compositores. Lo que ocurre es que cuanto más grandes o interesantes me parecen menos populares son. Hoy lo que se estila más es la canción de usar y tirar.
-¿Cree que el mono, más que espabilado, está adormecido?
-El ser espabilado le valió al humano para diferenciarse de otras especies, aprehendimos unas capacidades que solo nosotros tenemos. Pero es cierto que a veces tendemos más a la pereza que a aprovechar esas capacidades.
-En sus letras se aprecia una clara mirada al ayer, utiliza historias del pasado para relacionarlas con el presente, ¿también para el futuro?
-En realidad todas las historias forman parte del pasado. Da igual en verdad del momento del que formen parte, la cuestión es que esas historias sean vigentes. Por ejemplo en 'Teodora' hablo de una emperatriz bizantina que fue una adelantada a su tiempo y que promulgó una serie de leyes feministas que hoy aún no están vigentes en algunos países.
-Ahora parece imposible eso de 'Nunca más estar triste'...
-Se trata de una canción de ánimo, una canción que dice, se pongan como se pongan las cosas, no podemos caer en el abatimiento. Estamos asistiendo a una crisis económica y anímica y esto hace muy difícil vislumbrar la salida. Hay que intentar conservar la alegría.
-¿Tiene alguna receta o pista para recuperar la senda de la alegría?
-No, no sé qué decir, entre otras cosas porque yo no siempre estoy contento y no puedo practicar la alegría siempre. No, no tengo recetas... Bueno, la música... Al menos a mí me ayuda, me aporta paz y me permite distanciarme de ciertas cosas. También, por supuesto, mi familia.