Tragedia del absurdo

Lo que nos gusta una intriga vaticana. Por ello sorprende que el cine no explote más tal fuente de entretenimiento. De 'Las sandalias del pescador' pasamos casi al 'Habemus Papam', de Moretti. Pero (atención, lugar común) la realidad echa la zarpa a la ficción. El mayordomo del Papa está en una mazmorra del Castel Sant'Angelo, que no es lo mismo que Alcalá Meco, donde deberían dormir algunos de Bankia (y los de las participaciones preferentes). Lo de Mario Conde, en comparación, no fue para tanto. El 'vaticanleaks' nos sirve de teléfono blanco. El mayordomo es como Mario Cavaradosi pero sin Tosca (parece que Scarpia le toca al cardenal Bertone). Y la envidia de cualquier etarra, ya que permanece en una celda a veinte metros de su casa. El Vaticano es un pie de pava con todo a mano, documentos incluidos. Por aquí nos preguntamos cuánto falta para que Animalario o Els Joglars hagan algo con Bankia. Un musical, una tragedia del absurdo.