Dequeístas y queístas

Y la gente con el mosqueo por lo de la prima. Estimados congéneres, paisanos e incluso tocayos, que no quiero dejar a nadie fuera: tenemos lo que nos merecemos.

Sí, ya sé que es una frase manida, ya hasta pesada, llegando a la categoría de otras como «el fútbol es así», «aquello fue un bastinaso» o «ar finá, tó pa ná». Vale, hasta tendré que admitir que el arte de escribir no es lo mío, venga.

Pero es que oigo a los políticos hablar y no los soporto. Antes me pitaban los oídos con los laísmos del fútbol tipo «la pegó durísimo», con el buenordías de Bono y con el si yo podría lo haría del cantábrico.

Pecata minuta si lo comparamos con nuestros políticos. Ahora les ha dado por cambiar la regencia de los verbos, si se decía 'de que' pues sin el 'que', y si no lo llevaba se lo pongo y punto, que si me dicen algo me hago pasar por Maradona con aquello «de pienso de que...»

Así, no paran de decir que están convencidos «que todo va a mejorar», «que se alegran que la selección gane» y «que no dudan que esto no va a ir a peor». Del mismo modo «piensan de que» y «creen de que».

Lo que me temo es que hasta les conviene que ni les entendamos, se traban, dicen cosas sin sentido, repiten las coletillas hasta mil veces para ganar tiempo pensando y no les sirve de nada, entonces ¿qué?, pues solo se me ocurre que podría intentar poner de moda una expresión que les sirviera de referencia: «tesquiyá».