Déficit de transparencia
La credibilidad de Bankia y del sector bancario español exige una absoluta claridad
Actualizado:La noticia de la nacionalización de Bankia y la posterior fijación de la cuantía que precisaría para recapitalizarse han dado paso a un silencio inquietante frente a las muchas preguntas que suscita el asunto: no se conoce de qué modo aportará el Estado los fondos que demanda la entidad a rescatar, tampoco parece seguro que los 24.000 millones de euros sean suficientes, ni se sabe cuáles pueden ser las cantidades que reclamen otros bancos, ni si al final será inevitable la intervención europea. Si todas estas incógnitas hubiesen sido despejadas con fiabilidad tanto por parte del Gobierno como por boca de los nuevos gestores de Bankia hubieran sido menos los requerimientos públicos para que se esclarezcan las circunstancias que han conducido a la entidad a pérdidas que se habían ocultado por parte de sus anteriores responsables a cuenta de la integración Caja Madrid-Bancaja y de su posterior salida a bolsa. Es el misterio que parece rodear su futuro inmediato lo que realza la opacidad del período anterior y genera el lógico temor de que se sigan hurtando a la opinión pública detalles que se descubren día a día, como el fiasco contable de su matriz BFA o la indemnización de 14 millones de euros para uno de los principales directivos de Bancaja. La razón de tanta cautela estaría en la necesidad de preservar los secretos de la entidad para que recupere crédito. Pero es precisamente la falta de transparencia lo que resta credibilidad a Bankia y al conjunto del sector. La resistencia del Gobierno a la mera sucesión de comparecencias parlamentarias que permitan conocer de primera mano las explicaciones de quienes pilotaron el pasado reciente y guían el futuro inmediato de Bankia solo puede deberse a la inquietud porque los distintos testimonios ofrezcan versiones contradictorias. Pero cuanto antes se habilite una fórmula de exposición parlamentaria sobre la situación antes recobrará Bankia la normalidad que precisa su actividad. La máxima transparencia respecto a la situación y a los planes inmediatos que alberga el Gobierno Rajoy es ya una necesidad urgente que solo si se cumplimenta permitirá situar en segundo plano el esclarecimiento de la gestión anterior, empezando por lo que deba aclarar el dimisionario Fernández Ordóñez.