Egipto teme nuevas tensiones ante la polarización social de las elecciones
EL CAIRO.Actualizado:El temor a que la segunda vuelta de las elecciones presidenciales se convierta en una nueva espiral de violencia e inestabilidad crece entre los egipcios. Los resultados de los comicios, que enfrentarán a los dos candidatos más antagonistas, muestran el grado de polarización al que ha llegado la sociedad egipcia. El ataque en la noche del pasado lunes a la sede del aspirante Ahmed Shafiq y las manifestaciones convocadas en El Cairo y Alejandría pocas horas después de conocerse los resultados oficiales parecen indicar que la campaña electoral de la segunda vuelta será cuanto menos turbulenta. La Policía interrogó ayer a 10 personas relacionadas con el incidente de la sede de la campaña de Ahmed Shafiq, atacada con cócteles molotov por un grupo de incontrolados que destrozaron cristales, muebles y aparatos electrónicos. El contrincante de Shafiq será el hermano musulmán Mohamed Mursi, que lleva varios días cortejando el voto de los partidos moderados y centristas. Ayer se dirigió a las mujeres y a los coptos para intentar disipar los miedos que suscita el islamista entre ciertos sectores. «Las mujeres tienen el derecho a elegir el vestuario que les convenga (.) a condición de que no dañe a la sociedad», dijo Mursi en una rueda de prensa, donde aseguró que no piensa imponer el 'hiyab' (velo islámico). Los cristianos tendrán los mismos derechos que los musulmanes, señaló el islamista, quien podría nombrar «si es posible» un vicepresidente copto si saliera elegido.
La hermandad intenta conciliar posiciones en una sociedad fuertemente dividida. «Los que han hecho esto quieren convertir Egipto en Arabia Saudí», gritaba la noche anterior una seguidora de Shafiq frente al chalet que hace las veces de sede de campaña. Mientras la Policía recababa pruebas y comprobaba el daño causado por el incendio, un grupo de furiosos fieles de Shafiq culpaba a los votantes de los izquierdistas Hamdin Sabahi y Jaled Ali y a los Hermanos Musulmanes. «¡Abajo con el Guía Supremo!», gritaban en referencia a Mohamed Badie, la máxima autoridad de la cofradía.