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entrevista a love of lesbian

«Si hubiera una idea más marciana, la habríamos hecho»

La banda acaba de estrenar ‘La noche eterna. Los días no vividos’, su séptimo trabajo

ÓSCAR BELLOT / ÓSCAR CHAMORRO (VÍDEO)
MADRIDActualizado:

Love of Lesbian acaba de lanzar al mercado 'La noche eterna. Los días no vividos', su séptimo álbum de estudio. Editado por Warner Music y producido por Ricky Falkner, "el lesbiano que no está aquí hoy", según comenta el batería Oriol Bonet, supone la constatación definitiva de que el quinteto de Sant Vicenç dels Horts está en plena madurez musical.

Lejos quedan ya los tiempos en los que debían pelear con uñas y dientes por actuar en pequeñas salas y conformarse con los peores horarios en los festivales a los que acudían. El éxito alcanzado con 'Maniobras de escapismo' (2005), su primer trabajo grabado íntegramente en castellano y, especialmente, con '1999 (o como generar incendios de nieve con una lupa enfocando a la luna)', con el que lograron su primer disco de oro y que llevó a la revista 'Rolling Stone' a otorgarles los galardones al mejor grupo del año y a la mejor gira, les abrió las puertas del 'mainstream', precisamente a ellos que, como recuerda Julián Saldarriaga, estaban considerados como "el grupo indie del indie". "Es como aquella chica que no es muy guapa pero tiene cierto atractivo y que cada día hace el mismo recorrido para ir a trabajar. Y de pronto, en la acera de enfrente, los obreros se dan cuenta de que esa chica es un pibonazo. Giran la cabeza y la miran cada vez que pasa. Esos éramos nosotros", agrega el guitarrista.

Tres años después de que viera la luz su anterior trabajo, que promocionaron con una extenuante gira que les llevó a recorrer más de 150.000 kilómetros y a ofrecer un centenar y medio de conciertos, la vida de los integrantes de Love of Lesbian ha cambiado mucho. Han abandonado sus anteriores ocupaciones para dedicarse íntegramente a la música. Y han ejecutado una maniobra arriesgada: publicar un disco doble. Un total de dieciocho temas vertidos en tiempos mucho más proclives al consumo rápido que a la pausada digestión que demanda lo nuevo de los catalanes. El vocalista, Santi Balmes, le quita hierro al asunto. "Como tenemos tendencias suicidas desde el inicio, que resulta que nos han funcionado, cada vez que se te ocurre una salvajada piensas que igual aciertas. A nosotros lo que nunca se nos ha dado bien son las medias tintas. Si hubiera habido una idea más marciana, la habríamos hecho, seguro, pero nos hemos contenido", apunta.

Presión añadida

Lo ambicioso de la empresa acometida ha derivado en una tremenda expectación por parte de los miles de seguidores con que cuenta la banda. "Es una suma de circunstancias la que lleva a Love of Lesbian a encontrar un momento como el de ahora. Llevamos un tiempecito en la carretera conquistando corazones de una manera muy directa. Hemos sacado discos con poco material de relleno. Con '1999', 'Club de fans de John Boy' nos acercó a un público más amplio. Todo eso ha ido ayudando", comenta Saldarriaga para explicar el revuelo levantado por el álbum. "La guinda ha sido el mundo lírico de Balmes. Son las letras las que han convertido al grupo en banda sonora original de muchas vidas, de muchos fans que nos han dicho: 'Tío, esta canción la habéis escrito para mí porque yo he vivido eso'", añade. "Ese tipo de cosas que te conectan tanto con tu público hacen que el grupo esté en la situación en la que está, con esa expectativas, con esas ganas de escuchar material nuevo", remacha.

Muchos ojos están puestos sobre ellos y, claro está, la presión es mayor. Saldarriaga lo reconoce pero incide en que se compensa de sobra con el creciente respaldo con que cuentan por parte de sus fans a medida que avanzan en su carrera. "Ese espaldarazo también es equitativo a la responsabilidad. Es como el público que está al lado de la carretera en el Tourmalet jaleando a los ciclistas", subraya.

'La noche eterna. Los días no vividos' es el producto de lo experimentado durante la gira de '1999 (o como generar incendios de nieve con una lupa enfocando a la luna)', jornadas saboreadas hasta el último minuto, con la adrenalina al máximo, pero que también dejan un poso agridulce cuando se piensa en el coste que llevan aparejado, a lo que se ha de renunciar en el camino. "Es la noche en el sentido metafórico de no ver algunas cosas claras y también la noche real que hemos vivido los últimos años", comenta Balmes. "Los días no vividos son la otra cara de la moneda: todo lo que has dejado de hacer y todo lo que ya no te queda más remedio que imaginar", aclara.

Cortes como 'Los seres únicos', 'Cínicamente muertos' o 'Nadie por las calles' dibujan un producto más crudo que sus álbumes anteriores, con menos espacio para las bromas. "Toda esa faceta más humorística la explotamos muy bien durante la gira de '1999'. Eso no quiere decir que en algunos aspectos no pueda volver ahora. Pero lo que nos apetecía era defender nuestro proyecto de una manera más seria", resalta el batería, Oriol Bonet. "A veces, si alguien te dice que lo está pasando mal, si le vienes con un chiste malo, igual empeoras el asunto. Quizás es más honesto decirle: Mira, yo tampoco estoy atravesando un buen momento. Eso también anima", añade Balmes, explicando así la menor presencia de temas "circenses". En 'Las noches eternas. Los días no vividos', agrega, "también hay humor" pero los temas "tienen arreglos más violentos, más energéticos".

Tendrán oportunidad de defenderlos en citas como el Día de la Música, en el circuito festivalero veraniego y en las salas a las que tan asiduos son. "La idea es disfrutar tanto sobre el escenario como la gente que está debajo", indica Balmes. "Tenemos la sensación de que cuando la maquinaria esté engrasada, va a ser algo digno de experimentar", concluye.