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Economia

El Gobierno descarta pedir dinero en Europa para sanear los bancos

Rubalcaba da marcha atrás en su apoyo a la nacionalización de Bankia hasta que no se explique el porqué de los 19.000 millones

A. MONTILLA / P. LAS HERAS
MADRID.Actualizado:

Mariano Rajoy intentó vadear un nuevo lunes negro en la Bolsa española tras la nacionalización de Bankia con posicionamientos contundentes, como que «no va a haber ningún rescate de la banca española», pero sin despejar las dudas sobre de dónde sacará el Estado los 19.000 millones que tendrá que inyectar en Bankia.

Rajoy no logró apaciguar la nueva tormenta financiera a tenor de la caída del 2,17% del Ibex-35 y de los 511 puntos básicos que ha alcanzado la prima de riesgo. Un nuevo récord en el diferencial con el bono alemán en el que, según el presidente, «no influyen absolutamente para nada» los problemas generados por Bankia y que achacó más a las dudas sobre el futuro de Grecia y a la necesidad de que la UE envíe un mensaje contundente «sobre la irreversibilidad del euro».

Rajoy reconoció que el mecanismo sobre la nueva aportación de capital a Bankia no estaba aún decidido. Sí rechazó que el Gobierno vaya a subir los impuestos para poder recaudar estos 19.000 millones o que vaya a influir en la previsión del déficit del Estado. Y lo más importante, a su juicio, que cuando Bakia se sanee «se venderá», en alusión a que el Estado recuperará todo el dinero que aporte.

El presidente, sin embargo, dejó muchos cabos sueltos sobre la operación. «Lo siento mucho, pero es que no puedo adelantar las decisiones que todavía no ha tomado el Gobierno», respondió cuando le preguntaron si el apoyo a Bankia se haría mediante deuda pública a través del FROB o directamente del Tesoro del Estado. «Está tomada la decisión, pero no sobre el procedimiento que vamos a utilizar», abundó.

Sin investigación

Rajoy tampoco dejó claro si está a favor o en contra de una comisión de investigación en el Congreso sobre Bankia, a la que su partido se ha negado. Se limitó a apoyar la decisión que se adoptó en la anterior legislatura de crear una subcomisión en la Comisión de Economía «donde compareciese quien tuviera que comparecer». Apostilló que no es la primera vez que se ayuda con dinero público a una entidad financiera en España -recordó los casos de Cajasur y Caja Castilla-La Mancha- y que también se hará con Caixa Cataluña o Novacaixa Galicia. También negó que su Gobierno hubiera mantenido una conversación con los responsables del Banco Central Europeo sobre la posibilidad de darle a Bankia bonos del Estado.

El apoyo del PSOE a las decisiones que adopte el Gobierno en este ámbito tampoco está claro. Alfredo Pérez Rubalcaba, que en un principio dio su visto bueno a la nacionalización de Bankia, avisó ayer de que dado que el escenario ha cambiado, y se habla ya de una inyección de 23.000 millones, el partido revisará su posición. «Es una barbaridad de dinero», alegó.

Su aval a una operación de tal calibre está, pues, supeditada a tres condiciones: que se sepa qué es lo que ha pasado en Bankia; que el Gobierno explique con claridad cuáles son sus planes; que «no se pierde ni un euro en el camino», y que el modelo de gestión de la entidad sea acorde con el de un banco con capital público, aunque tampoco explicó muy bien qué entiende por tal cosa.

Los socialistas exigen, en todo caso, que el Congreso de los Diputados pueda estudiar la situación, y reclaman las comparecencias «urgentes» de Rodrigo Rato, Miguel Blesa y José Luis Olivas -antiguos responsables de Bankia, Caja Madrid y Bancaja-; del gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, y del propio ministro de Economía, Luis de Guindos. Comparecencias urgentes y públicas, es decir, no en subcomisión como pretende el PP, pero tampoco una comisión de investigación, como demandan IU o UPyD.

La indefinición del PSOE se extiende a todo el decreto de reforma del sistema financiero. Tal y como está, no cuenta con su visto bueno. «Queremos echar una mano, con diálogo y considerando nuestras propuestas que son muy sensatas», dijo tras las reunión de la ejecutiva de su partido. Los socialistas ya han remitido un escrito a Economía con sus planteamientos, que Rubalcaba resumió así: «Hay que cambiar cosas para garantizar que euro que entra, euro que sale»; los bancos que reciban ayudas públicas tendrán que tener un «tratamiento singular» con los créditos, las hipotecas y quienes tienen preferentes y, por último, las entidades habrán de rendir cuentas.