Los filiales de Baleares y Levante aparecen en la senda

Sanluqueño y San Fernando son los dos equipos gaditanos que continuán con su particular lucha para estar el próximo año en Segunda B. Ayer estuvieron presentes en el bombo de la Federación Española, y la suerte fue dispar para ambos. Coinciden en que se enfrentarán a dos equipos filiales, de Atlético Baleares y de Levante.

Pero la diferencia de potencial es notoria. El Montuiri, rival del cuadro verdiblanco, es un modesto conjunto balear que este año ha dado un salto enorme de calidad debido al convenio de colaboración firmado con el Atlético Baleares. Representante de una población que no llega a 3.000 habitantes, ha sido el cuarto clasificado del Grupo XI, y eliminó en primera ronda al Alfaro al vencerle en la prórroga en su casa.

En la isla mallorquina dan como claro favorito al Sanluqueño, por historia y por potencial futbolístico. No obstante, destacan del Montuiri que es un bloque muy joven, con una gran ilusión, unido y que no tiene más presión que la de seguir disfrutando. Solo podría mantenerse en Segunda B si el Atlético Baleares renueva su colaboración y además asciende a la categoría de plata. Lucas Pou, un clásico del fútbol regional balear, es su referencia en ataque. Por lo demás, chicos que se foguean con la idea de dar el salto a una categoría superior. Rojiblanco -antaño fue conocido como el Athletic mallorquín porque todos los jugadores eran del pueblo-, juega en el pequeño campo Es Revolt (La Vuelta), de césped artificial. Algo que puede ser un arma ante el Sanluqueño. Su entrenador, Óscar Troia, formado en las categorías inferiores del RCD Mallorca, ha logrado conformar un bloque sólido que se ha colado por sorpresa en estos 'play off'. Y es que el mayor éxito de su historia fue su participación en una liguilla para subir a Segunda B (en el 1994). Enorme modestia de un club que buscará la sorpresa. La ida será en Montuiri posiblemente el domingo a las 12 horas, pero aún no está confirmado.

Mucho más duro, a priori, el adversario del San Fernando, que además jugará la vuelta fuera. El Levante B ha completado una excelente temporada y perdió el campeonato del Grupo IV justo en el último minuto, cuando el Catarroja marcó y le arrebató tal privilegio.

El conjunto granota es un bloque sólido y rocoso, pese a tratarse de un filial. Pero es que la entidad levantinista, que el año que viene estará en competición europea por primera vez en su historia, quiere fortalecer su estructura y necesita a su equipo B al menos en la categoría de bronce. Su entrenador es José Gómez, técnico de la casa y vinculado al primer equipo en anteriores años como preparador físico.

Ha mantenido una regularidad durante toda la temporada, con algunos fallos propios de los filiales, pero con la solidez que le aporta la calidad de sus jugadores. En la primera eliminatoria eliminó al Beasain. La ida será en Bahía Sur y la vuelta en Bruñol.

Montuiri del ATB y Levante B se ponen en el camino de Sanluqueño y San Fernando. La penúltima piedra antes de ascender a Segunda B.