A la caza del famoso por las calles de Montecarlo

El precio de un asiento en una terraza o en un balcón en Mónaco con vistas a la pista de Fórmula 1 asciende a la módica cifra de 2.000 euros. Una entrada de la mejor tribuna se eleva a 500 euros. Son dos posibilidades de ocio para penetrar en el tejido del gran premio con más caché, y muchas veces tontería, de la Fórmula 1. La otra puerta abierta al paddock requiere otro tipo de pedigrí, que poco tiene que ver con el bolsillo.

Ecclestone y su organigrama están en Mónaco a la caza del famoso. Y ayer en el puerto de los yates hubo abundancia de estrellas. El príncipe de Bel Air, Will Smith ingresó con honores de jefe de estado en el campamento de McLaren acompañado por la novia de Hamilton, Nicole Scherzinger. Allí tomaba ensalada y agua Andre Villas-Boas, el extécnico del Chelsea. Causó impacto Antonio Banderas, que se acercó a saludar a Alonso y De la Rosa. Junto a Red Bull estaba «Mano Lenta» Eric Clapton. Y por todo el chiringuito se movieron los subcampeones de Europa de fútbol, los jugadores del Bayern Múnich a los que acompañó el madridista Ozil.