Michael Haneke gana la Palma de Oro con 'Amour'
Es la segunda vez que el director austríaco consigue el galardón más preciado del festival
ENVIADO ESPECIAL A CANNES Actualizado: GuardarEl austriaco Michael Haneke ha obtenido, con todo merecimiento, la Palma de Oro del 65 Festival de Cine de Cannes por 'Amour' ('Amor'). En un certamen dominado por la mediocridad, la película de Haneke se convirtió en favorita desde la primera proyección, y ninguno de los filmes posteriores ha llegado a su altura. Para el austriaco es su segunda Palma de Oro, ya que en el 2010, con 'La cinta blanca', ya había obtenido el preciado galardón. El danés Mads Mikkelsen se ha llevado el Premio de Interpretación Masculino por 'Jagten', de Thomas Vinterberg y las actrices rumanas Cristina Flutur y Cosmina Stratan, ex aequo, el Premio de Interpreación Femenina por 'Más allá de la colina', de Cristian Mungiu, el dirrector de '4 meses, 3 semanas y 2 días', que se lleva el premio al mejor guión. El mexicano Carlos Reygadas ha sido premiado como Mejor Director por la controvertida 'Post Tenebras Lux", y el italiano Mateo Garrone el Gran Premio por 'Reality', el premio más discutido, que ha sido el punto de debilidad del también italiano Nanni Moretti, Presidente del Jurado, que en este caso ha barrido para casa. Además Ken Loach se lleva el Premio del Jurado por 'The angels' share'.
'Amour', protagonizada por Jean-Louis Trintignant y Emmanuelle Riva (que subieron junto a Haneke al escenario del Gran Teatro Lumière de Cannes, compartiendo la Palma de Oro con el director), cuenta la historia de dos octogenarios, profesores de música en un lujoso piso de París, en donde ella un día sufre un infarto cerebral que la seja semiparalítica. Su esposo deberá cuidarla y estar pendiente de ella las 24 horas del día, una labor difícil de mantener durante un largo periodo de tiempo. El amor de la pareja sufrirá una dura prueba. La película cuenta con un exquisito clasicismo narrativo, que, salvo en el plano inicial, no sale de las paredes de la casa de la pareja. La acción, que está narrada en flash back, se ve salpicada por las visitas que recibe la pareja: su hija, que vive en el extranjero, amigos, el portero de la finca. Una película en la que nunca se dice la palabra 'amor' brillante, cuya sencillez la hace grande, que habla de la compasión, de la enfermedad, de la vejez, de la decrepitud y del final de la vida. Sin embargo es una película mucho menos dura que otras del cineasta austriaco como 'La pianista' o ¿Funny Games'.
'Reality' es una decepcionante película de Matteo Garrone, el director de 'Gomorra', que hace aquí una comedia amable y demasiado fácil, sobre un padre de familia al que sus hijos le convencen para que se presente a uno de los casting de 'Gran Hermano' y acaba abducido por el concurso. Un retroceso muy inferior del cineasta italiano que no ha puesto ninguna mirada crítica a este mundo de la televisión. Lo más destacable del filme son los personajes secundarios, auténticos tipos populares de Nápoles, que puede recordar a los que aparecían en algunas películas de Fellini. Ha sido el premio más discutido por la prensa internacional que seguía en Palmarés en directo.
Premios de interpretación
Mucho más interés tiene 'Más allá de la colina', la película del rumano Cristian Mungiu, que se lleva dos premios, el de interpretación femenina para sus dos protagonistas Cristina Flutur y Cosmina Stratan, y el de mejor guión. Una joven rumana regresa a su país tras haber vivido un tiempo en un orfanato. Su única amiga de entonces, ahora miembro de una pequeña congregación de monjas, que viven en una aislada granja, sin luz eléctrica ni comodidades materiales, bajo la dirección de un sacerdote, se la lleva con ella. En el lugar el Padre (como las monjas denominan al religioso que dirige la comunidad), pensará que está endemoniada. Y que hay que sacarle el demonio del cuerpo. La película es un grito contra la intolerancia y el fanatismo religioso con el que Mungiu, el mejor de los directores surgidos en el llamado 'Nuevo cine rumano', confirma que tiene mucho que contar y que es uno de los jóvenes directores europeos a tener muy en cuenta.
También justo el premio como mejor actor para el danés Mads Mikkelsen, por 'Jagten', de Thomas Vinterberg, uno de los creadores del movimiento Dogma, que parece ya definitivamente olvidado. El actor da vida a un hombre que, tras un divorcio difícil, ha encontrado una nueva novia, un nuevo trabajo y se dispone a reconstruir su relación con su hijo adolesente en el pequeño pueblo en el que vive. Pero algo va mal. Una mentira fortuita dicha por una niña, toda inocencia, que no es capaz de calibrar las consecuencias de sus palabras, le llevará a ser despreciado por los conciudadanos e incluso a ser detenido durante unas horas. Y mientras, la mentira se extiende como un virus invisible y el estupor y la desconfianza se propagan y la pequeña comunidad se sumerge en la historia colectiva, obligando al protagonista a luchar por salvar su vida y su dignidad. Una excelente película con una historia que habla de prejuicios, insolidaridad e instintos primitivos, bajo las festividades religiosas de la Navidad en una sociedad calvinista, en la que nadie hace nada por su vecino.
Como Mejor Director, el mexicano Carlos Reygadas, que firma una película de difícil comprensión, con mucho de experimental, tanto narrativa como desde la fotografía, sobre un hombre que se instala con su familia en una pequeña casa en el campo. Una película destinada a levantar controvrsia, que se ha colado en el palmarés de refilón. Todo lo contrario que 'The angels' share', de Ken Loach, una simpática comedia, que en el momento se su proyección puso un poco de humor en medio de una dura selección y que el premio apuesta también a esta mirada del director británico a la crisis y a los más desfavorecidos, poniendo humor e imaginación.
Todas las favoritas están en el palmarés. Y si hay algún derrotado en este Cannes 2012 es el cine norteamericano. Ni 'Moonrise Kingdom', de Wes Anderson (que habría merecido colarse en este cuadro de honor),, ni 'Lawless', de John Hillcoat, ni 'The Paperboy', de Lee Daniels, ni 'Cosmopolis', de David Cronenberg, ni 'Mud', de Jeff Nichols (que también habría merecido algún galardón), tiene premio alguno. Y es que Cannes utiliza a Hollywood para pasear a sus estrellas por la Croisete, pero al final despacha a sus películas con una palmadita en la espalda y un 'hasta el año que viene a ver si hay más suerte'.