Cameron respalda a su ministro de Cultura pese a las acusaciones
LONDRES.Actualizado:El primer ministro británico, David Cameron, defendió ayer la actuación de su titular de Cultura, Jeremy Hunt, en la gestión de la compra de acciones de la cadena de televisión vía satélite BSkyB por parte de News Corporation, el grupo mediático de Rupert Murdoch. Un día después de que uno de los empleados del magnate australiano reconociese que recibió información confidencial de Hunt, el inquilino del número 10 de Downing Street aseguró que «no lamenta» haberle solicitado que mediara en el proceso de adquisición de activos y recalcó que su gestión de la operación comercial fue «imparcial».
Tras meses de negativas del Ejecutivo de Cameron, Fred Michel, un miembro de News Corporation, desveló el jueves que Hunt había filtrado información sobre la compra de acciones de BSkyB cuando la operación estaba siendo supervisada por el propio ministro. Michel aseguró que no mantuvo ningún contacto inadecuado con el titular de Cultura mientras su departamento decidía si la compra de la cadena afectaría a la falta de pluralidad de los medios, pero admitió que podría haber compartido su información con su ayudante, Adam Smith, con el que dialogaba a menudo.
De hecho, James Murdoch, hijo del magnate y expresidente de News International (la división de medios impresos en Reino Unido) ya señaló que había mantenido varios encuentros con Smith.
La comisión Leveson contará la próxima semana con la comparecencia de dos personalidades clave: el ex primer ministro Tony Blair y el propio titular de Cultura, Jeremy Hunt. El antiguo jefe de Gobierno tendrá que aclarar si su Gabinete tuvo una relación demasiado cercana con Rupert Murdoch y su grupo mediático. También deberá explicar los detalles del viaje que realizó a Australia en 2005 para reunirse con directivos de News Corporation para conseguir su apoyo político.
Esta investigación comenzó el pasado año para examinar las prácticas de los medios de comunicación después de que saliera a la luz que varios periodistas del dominical 'News of the World', propiedad de Murdoch, habían pinchado el teléfono de varias personas famosas, miembros de la realeza, políticos y familiares de víctimas de diversos crímenes.