Bankia protagoniza el mayor rescate financiero de la historia
La entidad, suspendida de cotización y con la mayoría de su consejo de administración dimitido, solicita 19.000 millones de ayuda pública
MADRIDActualizado:Bankia va a pedir 19.000 millones de euros de ayuda pública para mantenerse a flote. Esta es la abultada cifra, muy superior a las más pesimistas estimaciones, que el presidente de la entidad, José Ignacio Goirigolzarri, puso ayer sobre la mesa del consejo de administración, y que ahora habrá de recibir la aprobación del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB). Dieciséis miembros del órgano de gobierno, vinculados a las cajas de ahorros que la componen, dimitieron después en bloque. El número de administradores se ha reducido a diez, frente a los anteriores 18. Y los ajustes han llevado a que los beneficios de 309 millones que comunicó Bankia en febrero, en unas cuentas que el auditor no quiso firmar, se hayan transformado ahora en pérdidas de 2.979 millones.
Es el rescate más elevado de la historia financiera española. Si se suman a esta cantidad los 4.465 millones inyectados por el Estado mediante la conversión en capital de la ayuda inicial proporcionada por el FROB, la cifra totaliza 23.465 millones de euros. Es una cantidad equivalente a tres veces el presupuesto del Ministerio del Interior, duplica el recorte que se ha tenido que aplicar a las dotaciones de educación y sanidad en el último paquete de medidas de ajuste y supone cuatro veces el gasto anual en investigación.
De la magnitud de esta demanda también da idea que el ministro de Economía, Luis de Guindos, cifró en unos 15.000 millones el techo de los potenciales auxilios que, en forma de préstamo, podría pedir todo el sector bancario español para atender las exigencias de saneamiento por el crédito promotor al ladrillo 'sano'.
«Una gran franquicia»
El grupo solicitará al FROB que suscriba una ampliación de capital por 19.000 millones, operación a llevar a cabo en junio. A continuación, Bankia hará una ampliación de capital, que espera tener ultimada en octubre, que estará en el entorno de 12.000 millones de euros, con derecho de suscripción preferente para los accionistas existentes y asegurada en su totalidad por BFA. Esta recapitalización «permitirá al banco afrontar una nueva etapa de desarrollo del negocio bancario y avanzar en la consolidación de una gran franquicia», declaró Goirigolzarri.
Además, Bankia celebrará el próximo 29 de junio su junta general de accionistas en Valencia, en la la que el consejo pedirá a sus socios permiso para emitir hasta 60.000 millones de euros en deuda o valores convertibles en acciones. El consejo demandará de la junta la delegación para emitir deuda simple (obligaciones, bonos, cédulas y pagarés), warrants y participaciones preferentes, no convertibles hasta un «límite máximo de 40.000 millones de euros», así como pagarés por valor de 15.000 millones en un plazo de 5 años.
El Gobierno puso condiciones a la recapitalización de Bankia que ya empiezan a cumplirse. Para empezar, el consejo acordó una profunda renovación. En él permanecen el presidente y el consejero delegado, Francisco Verdú, y se incorporan José Sevilla, como consejero ejecutivo, y Joaquín Ayuso, Eva Castillo, José Wahnon, Javier Campo, Jorge Cosmen, Fernando Fernández y José Luis Feito, en calidad de independientes.
¿Cómo se llega a tan escalofriante cifra de necesidades? Bankia aún tiene pendientes los saneamientos por los créditos concedidos al sector promotor. Para cubrir los préstamos problemáticos según lo exigido en el decreto de febrero, y los créditos sanos de acuerdo con lo impuesto en la última norma del Ministerio de Economía, la entidad consideró necesarios algo menos de 7.000 millones de euros y precisaba un colchón de capital de 1.900 millones adicionales. La petición incluye ahora la identificación adicional de 4.000 millones que se suman a los que ya fueron identificados, lo que hace un total de 12.745 millones. Así, el riesgo total por el crédito promotor e inmobiliario queda cubierto en un 48,9%.
Objeciones del auditor
Por añadidura, aún le quedarían por atender las futuras exigencias que se impondrán como cobertura de los préstamos hipotecarios y los concedidos a las pymes cuando se conozcan los resultados de las pruebas de resistencia y las auditorías que acaba de decidir el Gobierno, y Bankia tiene elevadas cuotas de mercado en estos segmentos. Por este concepto, la entidad ha optado por dotar 5.500 millones adicionales, lo que deja su cartera cubierta en un 12,6%.
Finalmente, el grupo ha tenido que hacer una revisión del resto de los activos en su balance, y deducido una necesidad de saneamientos de 6.700 millones. Explica la entidad que los activos afectados son, principalmente, la cartera de participadas, que se ha puesto a valor de mercado, y los activos fiscales.
Estas necesidades afloraron cuando el auditor puso objeciones a las cuentas de 2011, en las que BFA presentaba un beneficio de 41 millones y el resultado atribuido a Bankia ascendía a 309 millones. Esta última cifra se convierte ahora en abultadas pérdidas de 2.979 millones. De partida, BFA, dueña del 52% de Bankia, valoró esta participación en 12.500 millones de euros, el importe que se fijó en su salida a Bolsa en julio de 2011 y Deloitte demandó que la tasación se hiciera por un valor más próximo al de mercado. El auditor añadió otra reserva, por creer inadecuado un crédito fiscal de unos 3.000 millones. Sin previsión de futuras ganancias antes de impuestos, este beneficio no podía aplicarse.
Frente a todos estas necesidades, la entidad que preside Goirigolzarri dispone de unos recursos limitados. Desvanecidas las ganancias de 2011 y con escasas expectativas de beneficios este año y el próximo, le quedaría su margen de capital, igualmente cuestionado. Bankia estuvo suspendida de cotización durante toda la jornada de ayer a petición propia a la CNMV.