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Los cuerpos de seguridad buscan a un hombre de 41 años desaparecido en Arcos

Mide 1,78 metros, pesa 80 kilos, tiene pelo corto de color castaño y la última vez que le vieron vestía una camiseta azulada, vaqueros y mocasines marrones

A. ROMERO
ARCOS.Actualizado:

Desde el pasado lunes viven en el infierno de la incertidumbre. Una familia de Arcos ha denunciado la desaparición de uno de sus miembros, Jorge Boto López, de 40 años de edad, ya que desde hace cuatro días no tienen noticia de su paradero. Según han apuntado fuentes policiales, Jorge ha dejado todos sus objetos personales en el domicilio, como el teléfono móvil y la cartera por ejemplo, aunque sí que se ha llevado el DNI.

Ayer se cumplieron 48 horas desde que se presentara la denuncia por la desaparición, por lo que se puso en marcha un dispositivo de búsqueda compuesto por la Policía Local, Guardia Civil, Bomberos y Protección Civil que peinó todo el entorno de la Peña, tanto la zona conocida como la nueva como la vieja, sin que el mismo diera ningún resultado, por lo que se continuará con la búsqueda del hombre.

Colaboración

El alcalde de la localidad, José Luis Núñez, pidió ayer la colaboración de los vecinos para dar con el paradero de Jorge y fue quien dio a conocer su descripción y cómo iba vestido en el momento de la desaparición. Se trata de un hombre de 1,78 metros de altura, 81 kilos de peso, con pelo corto pero abundante de color castaño y en el momento de su desaparición vestía camiseta a rallas de color azulada, un vaquero y mocasines de color marrón.

La desaparición y la puesta en marcha del dispositivo de búsqueda desató ayer los rumores en la localidad, hasta el punto de que incluso algunos familiares acudieron afectados a la Policía Local porque no paraba de decirse que Jorge había aparecido muerto. Al cierre de esta edición la policía confirmó a este medio que esto no era cierto y que por tanto se seguía buscando al hombre.

Fuentes cercanas a la familia quisieron desmentir ayer que Jorge pasara por problemas económicos o de cualquier otra índole, asegurando que lo sucedido ha sido algo «totalmente inesperado», sobre todo «cuando el domingo estuvo celebrando, tan normal, la comunión de su hijo».