Viernes de dolores
Actualizado: GuardarDice la vicepresidenta que entiende que los españoles se hayan acostumbrado a desayunar cada viernes un café con leche y una ración de recortes, porque es la única manera de sacar a flote este barco cada vez más oxidado que intentan llevar a puerto -no han dicho a buen puerto, que conste- variando la hoja de ruta sobre la marcha y cambiando la derrota -de derrotero, entiéndame- antes de llegar a los escollos. Dice la vicepresidenta que esto no ha hecho más que empezar, que vendrán más viernes de dolores, y muchos, porque lo peor siempre está por llegar. La táctica del gobierno es más simple que el mecanismo de un chupete, lo más básico que se despacha en la mercadería, primero se crea la demanda y así aparece la oferta, primero se regalan los móviles y luego se suben las tarifas telefónicas cuando ya nadie es capaz de prescindir del teléfono, primero se compra la voluntad mediante la alarma social, el pánico, el caos, el terror y luego se venden las medidas salvadoras como si fueran el bálsamo de Fierabrás. Estamos todavía en la primera fase, en la de agitar la bolsa de los números para que la mano inocente escoja de entre todas las bolichas la que tiene el premio.
Mientras sale el toro, nos vamos encomendando a los santos conocidos y aún a los sin conocer. Estamos, para entendernos, en la capilla del miedo, esperando, como quien espera al alba, que el morlaco sea más manso de lo que parece. Y mientras llega el viernes, y rezamos nuestra propia letanía de recortes, vamos entreteniéndonos al más puro estilo romano, pan y circo, o fútbol y procesiones, que de eso sabemos más. Y ya que el Cádiz está como el tiempo y no se aclara, sacamos los pasos a la calle, que eso sí que divierte.
La cita -ya lo sabe- es este viernes -no solo de dolores- en Santo Domingo. Una exposición de vírgenes coronadas -o sin coronar-, conocidas -o no-, dignas de alabanza -o no- que pretende sacar a relucir la 'pietas populi' -o no- de esta ciudad. En fin. El paseo de vírgenes comenzó el pasado domingo con la Pastora, pero continúa hoy con El Caminito, y culminará mañana con María Auxiliadora, El Pilar y las Penas completando así un rosario de despropósitos marianos que, sin embargo, nos tendrá entretenidos un viernes más, mientras esperamos la gloriosa venida de los recortes de turno. Total, dicen que no hay mal que cien años dure. Ni cuerpo que lo resista, tampoco.