Rajoy accede a recibir a Rubalcaba y a Duran tras la minicumbre de Bruselas
El presidente del Ejecutivo cita para el viernes al líder de la oposición y al portavoz de CiU después de que ambos pidieran diálogo
MADRID.Actualizado:Nadie dice ni cree que el encuentro vaya a acabar en acuerdo, pero Mariano Rajoy accedió ayer a dar un paso, siquiera simbólico, para intentar descongelar sus gélidas relaciones con Alfredo Pérez Rubalcaba. Como había prometido 24 horas antes desde Chicago, el presidente del Gobierno telefoneó hacia las seis de la tarde al líder de la oposición, y también al portavoz de CiU en el Congreso, Josep Antoni Duran i Lleida, y concertó dos reuniones para este viernes.
Mariano Rajoy ha necesitado, en todo caso, cierta presión para hacer este movimiento. El diálogo con Rubalcaba, con el que hasta la fecha solo ha mantenido dos encuentros, uno público y otro privado, quedó en suspenso a mediados de marzo, cuando empezaron a hablar sobre la renovación del Consejo de RTVE. Desde entonces todo han sido desencuentros y acusaciones mutuas de falta de actitud constructiva. Tanto, que ni siquiera los pocos acuerdos preexistentes, el de la ley de estabilidad y el del sistema financiero, han conseguido salir indemnes.
Rubalcaba, que ha pasado en estos meses de defender la «oposición útil» a permitir que desde el PSOE se alienten las manifestaciones callejeras, optó hace unas semanas por abanderar una llamada al consenso. PP y PSOE admiten que hay poco margen. El primero porque sostiene que el Gobierno hace lo que debe y no puede permitirse bajar el listón. El segundo porque se niega a acompañar una política impopular que podría distanciarlo aún más de su electorado. Pero, al menos, habrá un contacto en un momento crítico para España.
En sus 20 minutos de conversación telefónica con el secretario general de los socialistas, Rajoy adelantó someramente cuál será su postura en la cumbre informal sobre el crecimiento a la que asistirá en Bruselas hoy por la noche. Ambos coinciden en la necesidad de combinar la austeridad con políticas que permitan reactivar la economía. Pero el presidente del Gobierno insistió en que su principal preocupación es ahora «solucionar los problemas de liquidez y garantizar la estabilidad financiera de la zona euro». Es decir, se encomienda a una actuación urgente (compra de deuda) del BCE para bajar los tipos de interés que España paga ahora para lograr financiación.
'No' al rescate
Ni Rajoy hace de los eurobonos una prioridad ni se suma abiertamente a la negociación de un nuevo calendario que permita retrasar el objetivo del déficit del 3% previsto para 2013 uno o dos años más. Ahora bien, el presidente del Gobierno y el líder de la oposición mantendrán en Bruselas una sola voz con respecto a otro asunto clave pues ambos coinciden en que es preciso rechazar la idea de que España vaya a necesitar acudir al Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (EFSF) para rescatar su maltrecho sistema financiero.
Con ese mensaje irá hoy el presidente del Gobierno a su primera entrevista con el presidente François Hollande en París, primero, y a su reunión con el PP europeo en Bruselas previa a la cena de líderes de la UE. Y lo propio hará Rubalcaba en una cita similar con los socialistas.
El viernes será el momento de poner en común lo que ha dado de sí el encuentro, preparatorio del Consejo Europeo de junio, en el que, solo quizá, puede producirse un ligero cambio de rumbo en la estrategia de la UE, hasta ahora centrada casi exclusivamente en el recorte del déficit.
Duran es algo más ambicioso. Él no aspira solo a que Rajoy comparta los designios de la UE, pretende intentar convencerle de que la situación que atraviesa el país es tan crítica que requiere de un gran pacto de Estado entre todas las fuerzas políticas, un acuerdo del calibre del que se alcanzó en los albores de la Transición.
El dirigente nacionalista explicó que espera que el presidente del Gobierno llame también al resto de grupos e incluso dio por hecho que así será. Pero, en todo caso, celebró este primer movimiento. «El diálogo -adujo- siempre es bueno y nunca hay que menospreciarlo».