Las vallas ocupan el paso del tranvía

Como si la obra acabara de empezar. Es la sensación que los ciudadanos y comerciantes tienen cuando se asoman a la calle Real. El tramo desde la plaza del Rey a Capitanía se encuentra totalmente ocupado por los obreros y por las vallas. Imposible transitar por el centro de la vía, por lo que los vehículos deben convivir con los viandantes, ciclistas y las terrazas de los establecimientos.

Algo que se traduce también en accidentes. En Casa Luis una furgoneta se llevó por delante la cristalera de su terraza, mientras que otro vehículo quedó atrapado al intentar bajar de uno de los pasos elevados que harán de paradas del tranvía. Y todo porque la actuación apenas deja espacio. Actualmente los operarios se centran en arreglar las losas que se encuentran en mal estado. Luego mantienen las vallas, hasta un mes para restringir el paso y evitar que se muevan de nuevo. Las losas precisamente, son una de las quejas pues la adjudicataria ha tenido que realizar constantemente reparaciones. Una vez finalizado el proyecto, ¿quién se hará cargo de estas continuas reparaciones?

Por otro lado, estos trabajos se solapan con la mejora de las conexiones de las calles transversales con Real. Las diferencias de alturas y los remates mal acabados, se están corrigiendo para dar un mejor aspecto a la vía. Eso sí no se ha conseguido que las paralelas se homogeneicen, como se planteó desde un principio.

Una situación que motiva la frustración y el cabreo de los comerciantes que vuelven a ver como el acceso a sus negocios cuentan con múltiples dificultades. Es el caso de los hoteles del lugar como el Salymar o el Roma, así como de los bares y restaurantes. Por si fuera poco, aún no se ha resuelto, de cara al verano el tema de los malos olores, ni se cuentan con fechas concretas para el fin de la actuación y el paso del tranvía en pruebas. Demasiadas incertidumbres.