Colchones fuera de una casa tras haberse inundado una vivienda. :: C. C.
SAN FERNANDO

Buen Pastor se ahoga ahora por culpa del desempleo

Solucionado el problema de las inundaciones, la crisis es la preocupación del barrio, que tiene a 80 familias viviendo de la caridad

SAN FERNANDO. Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Durante años, los vecinos de Buen Pastor miraban al cielo en busca de nubes negras. Cuando escuchaban las gotas caer en sus tejados, se les erizaba la piel ante el temor de que una tromba de agua cayera y volviera a inundar sus viviendas. Tras múltiples obras e inversiones, el problema está ya prácticamente solucionado, pero los residentes de la barriada siguen sin poder dormir tranquilo.

Ahora es otro monstruo el que les quita el sueño: la crisis. Tal es la preocupación que dentro de los actos de la semana parroquial del Buen Pastor, se realizó una mesa redonda en torno a la respuesta que esta comunidad está dando a la situación actual. Isabel Gutiérrez, directora de Cáritas Parroquial del Buen Pastor, abogó por no ser espectadores antes la crisis. Desde su experiencia como voluntaria en asistencia hizo un análisis de lo que está sucediendo en el barrio de Gallineras. «Desde finales de 2010, comienzan a venir nuevas familias a Cáritas, cuando se ha terminado el paro y se agotan las prestaciones», indicó. Además, muchas familias han de afrontar hipotecas, alquileres o desahucios. Descubrió que «ahora se están acercando mayormente hombres a Cáritas». En el barrio se nota la crisis en familias que se dedican a la venta ambulante y a la recogida de chatarra.

En cuanto a las nuevas familias que llegan a Cáritas, en Buen Pastor se destacó una cifra demoledora al asegurar que han pasado de atender de 50 a 80 familias en los últimos dos años. En la parroquia se está dando respuesta a través del Punto de Información Socio-Laboral, que cuenta con una técnica de Cáritas diocesana y voluntarios de la parroquia, además se han organizado tres pretalleres. Desde el equipo de asistencia tratan de acoger, acompañar, dar ayuda de farmacia, agua, cortes de luz y alimentos. Para la directora de Cáritas, «la gente es más solidaria en tiempos de crisis». También mencionó los proyectos relativos a la infancia, como apoyo escolar y juego de niños. En este caso se trabaja con 45 niños de edades comprendidas entre los 3 y los 13 años, a cargo de un equipo de 24 monitores.