Discrepancia en nuestra vida

Estoy en contra de las corridas de toros y del maltrato animal y por supuesto soy vegetariana. ¿Qué sentido tendría denunciar lo que hacen con los toros si luego yo permitiera que mataran a otros animales para comérmelos? Pues en un programa de televisión sobre un debate de corridas de toros a favor o en contra, he visto como algunas personas luchan muy fuertemente por la abolición de las corridas de toros (yo estoy con ellas), pero no puedo comprender que tengan una gran discrepancia en sus vidas ya que no han dejado de comerse a los animales. Así no pueden convencer a nadie, de hecho un joven torero que estaba allí se los dijo claramente y les recomendó que fueran a un matadero y vieran lo que hacen los matarifes con todos los animales que luego se comen ricamente asados y cocinados. Claro como no los ven, no pueden darse cuenta del sufrimiento que hay en estos mataderos, donde muchos animales se resisten a ser matados y sus congéneres ven cómo se llevan a sus compañeros temiendo que llegue la hora de que lo hagan también con ellos. ¡Por favor, dejad de hacer sufrir a los animales, ya sea con las corridas de toros, toda las tradiciones y fiestas donde hay diversión y risas a costa del gran sufrimiento de estos seres indefensos y nobles, ya sea también cazándolos, pescándolos o matándolos y haciéndolos filetes y toda clase de guisados y asados!

Hay en el Evangelio de Jesús una frase que todos deberíamos practicar no solo en relación a los seres humanos sino también para los animales. Y enseñarla a nuestros hijos y nietos desde que son pequeños para que respeten la vida creada por Dios: «Lo que no quieras que te hagan a ti no se lo hagas a ningún otro ser».